26/4/09

Los demás y nosotros mismos.

Personas. Las personas son lo que acaban de completar el concepto “humano” dentro de lo que supone ser “ser humano”. Es una de las acepciones de la definición que nos define. Pero es acepción imprescindible. No solo las personas definen al ser humano, pero sin los demás, no hay ser humano.
¿Por qué? Porque al fin y al cabo, todos, incluso los que lo niegan, necesitan de los demás.
Aunque sea simplemente para existir, para ser concebidos, amamantados y criados en nuestros primeros años de vida.
A diferencia de los bebés cocodrilos, que nacen con la autosuficiencia, instintos y conocimientos imprescindibles para vivir, nosotros necesitamos de otros que nos alimenten y que nos transmitan sus conocimientos para poder sobrevivir. Y aunque pueda adivinarse como una debilidad de nuestra especie, es por el contrario, la mayor de las maravillas.
¿Que por qué? Porque de nuevo, los bebés cocodrilos, desde los tiempos de los dinosaurios, prácticamente no han cambiado y siguen cazando y nadando de manera similar. Los seres humanos, al poder transmitir conocimiento con el lenguaje, vamos acumulando experiencias generación tras generación, evolucionando, y valiéndonos del pasado, para dar un mejor futuro, o el futuro que creemos mejor, a nuestra descendencia. A diferencia de bebé cocodrilo o bebé tigre, los seres humanos estamos toda la vida aprendiendo, adaptándonos a nuevos entornos y comunicándonos unos con otros.
Y es en esta comunicación, en esta necesidad de compartir información, de transmitir conocimientos, que nuestra especie se crece y nos hace ser un buen equipo.

Por eso, la interacción con los demás, me parece una de las cualidades que más humanos nos hace a los humanos.
¿Quién no se ha dado cuenta que tras explicar algo a alguien lo entiende mejor que antes de hacerlo? Aquí me aventuro a afirmar, sin base biológica alguna, que evolutivamente, nuestro cerebro funciona mejor cuando compartimos; cuando nuestro conocimiento va a ser explicado, debemos ser nosotros mismos los primeros en entenderlo bien para poder transmitirlo. Pero además, al ser puesto éste en tela de juicio, nos vemos obligados a seguir pensando, a ver los pros y contras, y en definitiva, a crecer y completar nuestra visión del problema.

Y más de lo mismo trasladado al mundo afectivo. Contar problemas, aventuras, buenos recuerdos, … nos hace crear lazos con los demás que nos reportan satisfacción. ¿No os parece que todo es más llevadero cuando lo compartes con alguien? Será el efecto de dividir responsabilidades o quizás el hecho de que como los pingüinos, somos inevitablemente sociables.

Señores, buena semana para todos. Si tienen algo que compartir conmigo, aquí estoy para escucharles.
Sydney, 27 de abril de 2009.

16/4/09

El tiempo vuela

No sé si es que ya estoy mayor o qué me ocurre, pero de veras, tengo la sensación de que el tiempo pasa muy rápido.
Estoy muy ocupado en el trabajo, pero muy feliz a la vez (me gusta mucho lo que hago) . Al marcar día a día el calendario, veo que ya estamos en abril, y me parece que fue ayer cuando llegué a Sydney (en junio pasado).
Os quiero dejar dos vídeos que me han impactado.
Los dos son del concurso Britains got Talent, este tipo de concursos donde la gente se presenta espontáneamente a hacer una actuación.
Este primero me parece graciosísimo. Me encanta la gente que se sabe hacer reír y no tiene miedo al rídiculo.
Y este segundo es un vídeo que está dando mucho que hablar; primero, porque lo bien que lo hace esta mujer, y después, porque muchos la tomaban por menos supongo que por su aspecto.
Un abrazo muy fuerte.
Sydney 17 de abril de 2009.

3/4/09

Unidos

Hoy me parece un día importante para la humanidad.
Sí sí, para la humanidad. No estoy exagerando. Los líderes de G20 parecen haberse de acuerdo para aunar fuerzas y salir juntos de esta crisis reforzados y regulados.

La historia es importante, y de la historia y los errores y aciertos se aprende.

Aquí os dejo el documento con los puntos del acuerdo en cuestión por si os apetece ojearlo:
Declaración final
Un fuerte abrazo.

Saludos.

Pensando pensando

Antes de ayer pensaba en Nicole. La última vez que nos vimos fue hace aproximadamente cinco años en su apartamento de Manhattan, justo antes de mi vuelo de regreso a Madrid. Di un abrazo de despedida a su marido y a ella, un abrazo de despedida y de agradecimiento, ya que durante una semana fui su invitado y pasé una semana de lujo en su compañía.

Después de aquel adiós fui andando hasta la Gran Estación Central, arrastrando mi maleta de ruedas azul turquesa, tan grande como un baúl, y en la que cinco años después, siguen cabiendo casi todas mis pertenencias.
Mientras andaba calle arriba y pasaba por delante de una frutería que daba un aspecto multicolor a la calle a la que se asomaba, pensé para mis adentros que yo estaba andando por Nueva York, cuál personaje de película.

Y la otra noche, mientras escuchaba la lluvia caer con una fuerza inusitada, como si el cielo se hubiera enfadado y no dejara de protestar, Nicole, la frutería y esas calles de Nueva York me vinieron a la mente. Pensaba en qué tal estaría y cómo sería la experiencia de ser madre para ella; hice una nota mental de escribirle un correo algún día de estos y seguí escuchando la lluvia.

Al abrir el correo a la mañana siguiente me llevé la gran sorpresa de tener un correo de ella. ¡Qué alegría!
No es la primera vez que esto me ocurre y ni la primera vez que os lo cuento. No han sido tantas veces tampoco. Pero resulta curioso que ella hubiera elegido ese día también para dedicarme unos minutos de su vida.

Un abrazo desde Sydney y feliz fin de semana.
PD: Empecé a creerme esto del poder de mi mente y ayer volví a pensar en otra persona con el fin de probar mis nuevos poderes. No hubo respuesta. Dejé de ser un súper héroe o X-man.

Sydney 3 de abril de 2009.