Lara y Seb fueron las primeras personas que vi en Sydney cuando llegué por primera vez en agosto del 2006. Por aquél entonces ellos vivían en Darwin (al norte de Australia) y estaban pasando unos días en Sydney. Lara, a la que conocí tiempo atrás en la asociación de "investigadores precarios", no dudó en ofrecerse a venir al aeropuerto a recogerme y pasar así mis primeras horas en su compañía. No hay que conocer mucho a Lara para darse cuenta de que es una persona que desborda generosidad. Y me alegró que su novio de Australia, Seb, era muy parecido a ella en este aspecto.
Aquel día salimos por la noche y terminamos en un karaoke cantando a grito "pelao" el tema de "Viva la vida loca" de Ricky Martín.
Recuerdo este día como algo muy especial y siempre les estaré muy agradecido a los dos por ello. Su compañía fue el bálsamo que evitó esa soledad que a veces se siente al llegar a un sitio extraño.
Desde entonces nos vimos de nuevo en Madrid y de nuevo el destino nos trajo a Lara y a mí a Australia. Ellos en Brisbane y yo de nuevo en Sydney.
Y hace unas semanas se casaron en Sydney, con una ceremonia familiar, íntima y preciosa, y dejaron Australia para irse a vivir una nueva vida a Madrid.
Chicos, buena suerte. Aquí os dejo dos fotos de la boda.
La familia de Lara que vino de Madrid para tan magno evento:
Jonathan y yo disfrutando de lo lindo del banquete: comida española y uruguaya cocinada por los contrayentes y sus familias.
Gracias por la celebración y por todo.
Óscar.