22/2/11

Jorge Manrique

Tras el comentario de Amanda (Chicacisne) al artículo de ayer en el que decía que el autor de "Canto Cósmico", Ernesto Cardenal, decía que "nuestras lágrimas son el mismo mar", me vino a la memoria Jorge Manrique, y en concreto una parte de las "Coplas por la muerte de su padre" en las que decía "nuestras vidas son los ríos".

De repente me volvieron a la mente imágenes de la clase de literatura en el colegio, aprendiendo y recitando poesías de memoria, intentando descifrar lo que los poetas nos transmitían. Me acordé de lo que la profesora de lengua y literatura de segundo de BUP (Bachillerato Unificado Polivalente) llamaba "comentario de texto", en el que teníamos que no solo explicar lo que se decía, sino los figuras literarias, el uso del lenguaje, si había alguna hipérbole, o epítetos, o símiles, o si se empleaba el imperativo, el subjuntivo, etcétera, etcétera.

Curioso que estos conocimientos que creía desaparecidos estén por ahí, vagando por mi mente.

El caso es que esto me ha servido para reencontrame con Jorge Manrique (1440-1479). Os dejo las tres primeras coplas de las que escribió tras la muerte de su padre. Como ayuda, "recordar" tiene en castellano antiguo el significado de "despertar". Os animo a leer el resto y a interpretarlas juntos. Abajo os pongo mi interpretación de la segunda copla, que tengo alguna dificultad por si tenéis tiempo de entreteneros un rato conmigo.

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se viene la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

[...]
La segunda copla, en la que habla del presente en los tres primeros versos como algo que es un punto y se acaba en seguida. Y entonces, cuando dice "si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido, por pasado", mi interpretación es que el futuro, lo no venido, también va a pasarse muy rápido. Seguidamente, puede que diga que no nos engañemos pensando que vamos a durar mucho, que lo único que tenemos seguro de nuestra vida es lo que ya vivimos o "vimos". ¿Alguna otra interpretación?

Un abrazo.
Óscar P.C.

¿Por qué nos atrae tanto el agua?

¿Qué nos atrae del agua? En particular, ¿qué nos hace querer pasar un día frente al mar, cenar en un restaurante con vistas al océano, pasear frente a la ribera del río o hacer una merendola en la orilla de un lago? ¿Qué es lo que nos hace sentirnos tan atraídos hacia cualquier forma de acumulación de agua?
¿Es su uniformidad e intensidad? Miles de billones de idénticas moléculas unidas, formando una de las amistades más satisfactorias de la tabla periódica: dos átomos de elemento hidrógeno (H2) y uno de oxígeno (O).
¿Causaría el mismo efecto en nosotros si en vez de agua fueran otros elementos: Ríos de plata (Ag), anaranjados lagos de metano (NH4) o mares amarillos de azufre (S)? Creo que sí, que en parte produciría el mismo efecto de admiración visual.
Sin embargo, nuestra interacción con el agua (H2O) es única: el agua nos limpia, nos refresca, podemos nadar en ella, y nos da vida. Y quizás sea este vital catalizador lo que realmente nos une. No sólo la vida se generó en el agua, sono que nosotros somos entre un 55 y un 78% de pura agua.
Puede que simplemente e inconscientemente nos sintamos reconocidos cuando miramos al mar o paseamos por la vereda del río.

Me gusta esta explicación, y tras tiempo de pensar, es a la única explicación pausible a la que he llegado. Mi día cambia siempre para bien cuando paseo por la orilla del mar, como hoy.

Ahora bien, existe una explicación más científica y menos romántica, y probablemente sea más acertada que la mía. Y es que los iones negativos producen relajación y aumentan el rendimiento físico y psíquico. Una muy importante fuente de iones negativos es el agua en movimiento, cualquier H2O en movimiento: la orilla del mar, una fuente, un río, la ducha de casa, ...

Así que en mi fuero interno, acepto la explicación científica, pero en mi día a día, me encanta esa otra teoría. Me fascina esa gran masa que es el mar, infinita, en movimiento, cada ola a su libre albedrío, pero realmente formando parte de un todo. Me encantan los ríos, los lagos, los peces, ... Me siento reconocido en el agua, y ojo, no por el reflejo, sino porque si nuestro planeta es único, es por ser el planeta azul.

¿Qué os atrae a vosotros del agua?
Abrazos y perdón por esta, un poco más larga de la habitual, asuencia. Gracias por los comentarios, me sentí acompañado con ellos.

Óscar P.C.