21/8/11

A la mierda (y perdón por la expresión)

¿No tenéis días que sentís que mandaríais todo a paseo? El trabajo, las tareas de la casa, las facturas, los compromisos sociales o familiares; todo, ¡todo a la mierda!, y simplemente hacer lo que me parece. Pasear por la playa, leer, ver la tele, comer, tomar un café en mi cafetería preferida, pasear por la playa de nuevo;

Cada mañana, cuando voy conduciendo camino al trabajo, siempre me invade el deseo de parar y sentarme tranquilamente en un café a saborear cada sorbo. Dedicarme a ver quién pasa, o leer tranquilamente.

En secreto siempre he admirado a aquellos personajes de la nobleza de antaño que tenían sus ingresos fijos y se dedicaban a la contemplación, a visitar parientes o amigos en la campo en Inglaterra y contarse los últimos acontecimientos de sociedad, como muchos personajes de las novelas de Jane Austen o de las obras de teatro de Oscar Wilde.

Probablemente me aburriría, pero bueno, ya se sabe, siempre se desea lo que no se tiene.

Vuelvo a trabajar. Que mirado por otro lado, es una bendición tener un trabajo, y encima un trabajo que me gusta.
Buen día.

Óscar P.C.

18/8/11

Sabor a vainilla

De repente, una compañera de la oficina, me trae un pequeño pastel de vainilla de una pastelería cercana. Se acordó que en la anterior celebración de la oficina me quedé con ganas de probar dicho pastel y se acabó antes de que pudiera llegar a él. La verdad que yo ya me había olvidad de la pequeña anécdota.

¡Qué decir que el pastel estaba buenísimo! Finas capas de hojaldre con crema de vainilla y azúcar. No he podido ni esperar a ir a por un plato y una cuchara a la cocina. Entre pecho y espalda, a grandes lametazos y poniendo perdido de migas mi escritorio y el trocito de alfombra debajo de mí, la nariz untada en amarillo claro, en parte por su longitud, parte por mi impaciencia a morder cuanto más mejor, he saboreado el pastelillo. Increíblemente bueno, de veras.

Pero no es ya el pastel, es el hecho tan bonito de acordarse de uno y comprar algo y traerlo en una cajita. Joooooooooooo, es que me he quedado sin palabras del gesto tan bonito. No sé cómo agradecerlo. Qué detallista, ¿no creéis? Le he dado las gracias ya como veinte veces, pero es que estoy emocionado.

Os deseo un buen fin de semana, lleno de sabores y buena comida.

Óscar P.C.

16/8/11

Mar y rocas

Sentados en las rocas,
viendo la inmensidad de gris azul oscuro.
De vez en cuando se divisan a lo lejos espumas blancas,
que como luceros, centellean por segundos en el inmenso mar.

Olas van, olas se alejan.
Olas rompen, olas salpican y explosionan y se rompen.
Se rompen en minúsculas gotas que repartidas por las rocas regresan
a la inmensidad para ser una de nuevo.

Olas van, se mecen.
Todo uniforme, el mar nos recuerda nuestra pequeñez, nuestra debilidad.
Él es más fuerte, más grande.

La rapaz blanca, manchas negras, vuela en círculos. Planea y se zambulle con precisión.
El viento nos acaricia.

¿Es esto felicidad? Sí en este momento, sí en este instante.
Me siento parte del universo.

Me alejo y oigo a lo lejos las olas. Todo sigue, ajeno al espectador.

Olas van, olas se alejan.
Olas rompen, olas salpican y explosionan y se rompen.

Óscar P.C.

15/8/11

Aquí, allí y en medio

A veces me inunda un triste sentimiento de soledad.
Otras veces me escondo y refugio en mí porque no quiero estar acompañado.

Pero es inevitable hacer una parada en el camino y preguntarse, ¿para quién estoy yo ahí? ¿quién está ahí para mí?

No puedo evitar comparar treinta años en la tierra que me vio nacer con tres años en la que me ve ahora mismo. En ocasiones, no puedo evitar comparar una risa, un comentario, una actitud, un beso, una familia, un abrazo en mi memoria, y sentirme algo solo.

En fin, afortunadamente, no sucede a menudo.
Abrazos.


3/8/11

Refranero Popular

Los refranes populares encierran pequeñas moralejas, filosofía e idiosincrasia de un pueblo y la naturaleza en sí de las personas.
Así que he decidido hacerles un pequeño tributo en el blog y poner uno de vez en cuando.

El primero:

"Quien no llora, no mama".

Infinidad de veces, cuanto más se proteste o queje uno, o reclame cualquier petición insistentemente, más se consigue el resultado deseado.

Saludos.
Óscar P.C.

Presentaciones

Hoy tengo una presentación de un proyecto que estamos haciendo en el trabajo. Y me doy cuenta, que pese a llevar tres meses con este tema, no es hasta que tengo que hacer una presentación en público que pongo en orden ideas y me aclaro a mí mismo muchos de los conceptos.

Y es que no hay nada para entender algo tú mismo como tener que explicárselo a alguien.

Y también es válido para los sentimientos. Cuando los expresas, llegas a saber un poquito más de ti.

Que tengáis un gran día.
Abrazos.
Óscar P.C.

1/8/11

Golpes que despiertan

"¡¡Paaff!!"
Golpe seco y fuerte en la puerta de casa. Me he despertado sobresaltado.

¡Joé! ¿Quién podrá ser? - he pensado. Y enseguida mi mente se ha ido a imaginar que un ladrón estaba en el pasillo, que estaría robando en la casa, que qué sería de mí si me encaro a él, ... En esos momentos de pasar miedo, mi tripa se enfría y mi cuerpo se vuelve rígido y cuál animal acechado, afino mis oídos para captar el más mínimo susurro.
He comprobado la hora y eran las 6.00 de la mañana y recuerdo haber pensado que era buena hora para entrar a robar a una casa, justificando mi hilo argumentativo.

Tras 3 minutos de deliberaciones, el cerebro se ha ido despertando, las neuronas haciendo sus conexiones y la sangre llevando la cantidad de sustento necesario a mi raciocinio para concluir que era el repartidor de los periódicos, que como cada santa mañana, estrella el periódico contra mi puerta con toda su energía como si en ello le fuera la vida.

No hay nada como estar informado.
Abrazos.

Óscar P.C.