8/7/10

Donde cuento sueños

Ayer al irme a la cama, completamente empachado del gran festín que nos dimos por cena y ya juntas y dispuestas a dormir todas las emociones del día, paseaba en ese estado que te crees despierto, pero que realmente es la antesala al mundo de los sueños y el reposo. Y ya varias veces me he sentido muy lúcido en ese momento, pero cuando al despertar he querido rescatar aquellas, según yo, brillantes ideas, no he sido nunca capaz. De modo que ayer hice un esfuerzo considerable para grabar lo que pensaba en el terreno de la consciencia:

Las emociones y los sentimientos se asemejan al tiempo atmosférico. Se viven más intensamente cuando están sucediendo, como una lluvia que con fuerza te golpea sin paraguas a mano y sin refugio. En ese instante, cuando las gotas caen en torrente por tu frente, sientes verdaderamente lo que es la lluvia, no su recuerdo, pero su húmeda y fría presencia.
También son como las plantas, que requieren tu atención y mimos. No es solo cuestión de regarlos y abonarlos de Pascuas a Ramos, especialmente en lo que a sentimientos interpersonales se trata, sino con gusto y paciencia, cuidarlos día a día, aprenderlos, quitar las malas hierbas.
Y ya por último, son un concierto de tu cantante, banda u orquesta preferidos. Hay que saber disfrutarlos, vivirlos, sonreírlos, saltar, gritar. Nunca me canso de los buenos. Pero en multitud de ocasiones, son tan efímeros y cambiantes, como el correr de las nubes en el cielo o la brisa y colores de la mañana, que echo de menos los dichosos si no están. Por eso me aferro a ellos, por eso quiero aprender a atenderlos mejor y de ahí que siempre corra y salte y ría y los celebre cuando los tengo.

Y en este punto me quedé dormido y soñé con que el ayuntamiento quería cortar el árbol de mi jardín porque es muy alto y sus hojas caen y ensucian las casas colindantes. Que es verdad, pero me encanta mi árbol y ya sufrí la tala de uno. Lo pasé fatal en mi sueño en una lucha por la no tala. Debería haber llamado en mi sueño a Tita Cervera* para que me ayudara.

Buen fin de semana.

Óscar P.C.

* Tita Cervera es una mujer, dueña de una colección de arte importantísima, que se encadenó a unos árboles que el ayuntamiento de Madrid quería cortar en la puerta de su museo, el museo Thyssen-Bornemisza. Consiguió que los árboles no se talaran. Para los que no sois de Madrid, uno de los mejores museos si vais de visita.

1 comentario:

  1. favor de ponernos al dia con tu vida!! tu punto de vista me inspira...

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