1/7/10

Zozobra

Días como los de ayer soy inconsolable. Mi cara me delata y en parte mejor, quiero ser delatado para compartir mi pena, que en días como ayer no sé muy bien ni cuál es. Pero eso es lo de menos; lo de más, es recibir palabras amables.
No sé si será el cansancio, la luna llena, este frío antártico que cala y congela las hormonas del buen humor o la combinación explosiva de los tres factores.
Días como ayer, quiero irme a la cama, taparme con las mantas y simplemente dejarme llevar, como si estuviera en mi propio mar de sábanas que me acogen y me hacen flotar.
Y en días como ayer, me ayuda conducir, sentir que al menos controlo mi coche, que si freno, éste se para y si acelero, avanzo. Me ayuda cantar, cantar a gritos en nuestro idioma canciones que me sé de memoria.
Me siento mejor si corro, parque arriba y abajo, cerca del agua, con el único sonido del lenguaje de los murciélagos que a saber qué se estarán diciendo.
Y de vuelta a casa, con los pulmones vacíos de cantar, los pies cansados de correr y tanto acelerar y frenar para sentirme mejor y hasta ya cansado de mí mismo de estar algo triste, paro en el supermercado y compro helado. Nada como helado. Y chocolate. Nada como helado y después chocolate.

Menos mal que no tengo muchos días como ayer.
Buen fin de semana.

3 comentarios:

  1. Si, hay días así, para mi son los de pizza, coca cola y chocolate, no sé que tendrán la comida basura oye, pero consuela :-). Un abrazo muy fuerte y ánimo, que los días chunguillos de no sé que me pasa pero toy triste y tontorrón y no me aguanto ni yo, son necesarios para coger impulso.
    Besotes y abrazos,

    Ana (Alcalá)
    P.D.: Muy chula la nueva imagen del blog.

    ResponderEliminar
  2. ¡¡¡Gracias Ana!!!
    ¿Qué tal tú? Espero que todo bien.
    Un besazo muy muy fuerte para los dos.
    Óscar.

    ResponderEliminar
  3. Pues animo Oscar. Que raro se hace leer sobre un dia asi, que nos tienes acostumbrados al optimismo. Nos vemos pronto. Joaquin

    ResponderEliminar