12/2/09

Rutina de fin de semana


Resulta curioso que el domingo precisamente, cuando las noticias en televisión hablaban de los incendios y las víctimas, yo estaba teniendo un buen día. Y pensaba que para mí la vida seguía mientras otros sufrían, pero ahora escribiéndolo, me doy cuenta de que eso sucede constantemente y unas veces somos conscientes y otras no.

Llamé a mis padres a Madrid nada más oír la tragedia porque sabía que informarían de ello en las noticias españolas, y mis padres, oyendo Australia, se preocupan automáticamente.

Fue en esa conversación que mi madre me dio la gran noticia: el ascensor ya está completamente terminado en el edificio donde viven. Esto, que queda plasmado con una frase tan simple, es algo maravilloso en nuestras vidas. Mis padres ya están mayores y viven en un cuarto piso. Así que cada vez les costaba más bajar a la calle; pero aún mucho más subir de ella (e imaginaos con las bolsas de la compra). Yo llevo años intentando que se cambien de piso, pero entre que el mercado inmobiliario en España está carísimo, y que nuestro hogar era no un simple apartamento, pero todo un proyecto de vida y sacrificio para conseguirlo, ellos nunca hicieron nada por moverse. Pero por fin, después de años, se ha renovado el edificio por completo y se incluyó la joya de la corona en las reformas, el ascensor.
Así que me quedé con una gran alegría en el cuerpo después de colgar el teléfono y una sonrisa en mi cara.

Después de un desayuno frugal, hicimos una pequeña excursión en bici a un parque con unas vistas preciosas de la ciudad; de camino, descubrimos uno de esos cafés con encanto en la esquina de una calle de un barrio residencial y frente a otro parque precioso. Así que de vuelta a casa, nos dimos el gran lujo de comer ahí.

Con el estómago lleno todo es más bonito y el estado de ánimo es más positivo y como la ola de calor que azota Australia no nos permitía hacer mucho, nos subimos al tejado del edificio donde vive Jonathan y jugamos al tenis (empatamos) y luego nos dimos un chapuzón en la piscina adyacente.

Ya en mi casa por la tarde, decidí limpiar mi bici, que la pobre, de tanto usarla, estaba sucia de grasa. Y he aquí que descubrí que estaba disfrutando limpiando la bicicleta. Espray por aquí, espray por allá, bayeta abajo, esponja arriba. Haciendo un momento de reflexión me vi como esos hombres que cuidan y miman a su coche como si fuera uno más de la familia. Teníais que haberla visto, como nueva. Pero claro, cuando se me acabo la suciedad de la bici, ya tenía adicción a esto de limpiar y mucho espray por usar, así que decidí limpiar la mesa del jardín. Bueno, bueno, la dejé como una patena (palabra que acabo de buscar en el diccionario y que es la bandejita donde se pone la hostia en la misa).

Por la noche, me hice una cenita y salí al patio a tomarla en mi mesa reluciente a la luz de la luna, que estaba sino llena, cuasi llena.
Como veis, un domingo completo. Aquí dejo la foto de las vistas del parque que hablé y una foto de un mensaje en en el cielo ese día.
Abrazos.


6 comentarios:

  1. Hola kementasun
    Andando de paseo por la red buscando contadores de cuentos y me encontré con "Donde Cuento Cuentos..". A todos en el mundo nos impacta y preocupa los incendos en Australia. Que pases otros domingos completos. Un saludo desde Venezuela. Jabier.

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  2. Óscar,
    estoy pensando mucho en ti en estos dias, y gracias por tu mail. lo que describes en tu resumen del domingo es un talento que tienes, de ver lo bonito en lo cotidiano...verlo, apreciarlo, y seguir adelante, sin ganas de cambiarlo. ojala hubiera más cómo tú...y lo del ascensor en el piso de Madrid...ya no hay impedimento para una visita, jajajaja besos

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  3. Pues oye que plan. Y con calorcito mejor. El otro dia en el programa madrileños por el mundo pusieron el capitulo de Sydney...Y que decepcion! Esperaba verte! Tienes que hablar urgentemente con tu representante para que te promocione mas. Salio un señor muy salado que decia que era el unico farmaceutico español en sydney (mega fan del real Madrid en su farmacia hay un monton de recuerdos colgados del equipo) y que llego ahi siguiendo a una bailarina australiana que conocio cuando actuaba en Madrid, un carpintero-surfero que llego de vacaciones y se quedo a vivir frente a la playa y una empleada del Santander en la ciudad que llego de niña en el primer barco de emigrantes españoles al pais. Como siempre, un programa muy entretenido. Recuerdos y abrazo

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  4. A mi me gustan los paseos en bici. Un beso.

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  5. cada vez que te leo en este plan de vida coditiana me provoca irme a vivir a sydney!!! :)
    que pases una buena semana :)
    un abrazote!
    t.

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  6. Por casualidad en tu blog, este es le primer escrito que te leo y me parece hermoso porque transmites seguridad, alegría por vivir y valoración de todo el entorno que te rtodea ..que son los elementos que te hacen vivir una vida feliz...mucho gusto.. María

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