10/12/09

Vídeos

Estimados amigos:

Aquí os dejo dos vídeos, muy distintos, pero que me han gustado, cada uno por un motivo: el primero es divertido, entrañable y emocionante.
El segundo es prevención del VIH, realizado por el Ministerio de Sanidad de España. Me parece directo y con una imagen de normalidad, hablando del sexo entre hombres de una forma natural, pero responsable.
Os los dejo a ver qué os parecen.

Y aprovecho para desearos a todos, feliz fin de semana. Este finde se presenta lleno de actividades para mí: mañana viernes tengo un seminario de mi grupo de investigación y una comida de Navidad con ellos. Adoro las comidas de Navidad. Aquí en Sydney la universidad se lo toma muy en serio y vamos a restaurantes preciosos con vistas a la bahía y a la ópera (el de mañana tiene una pinta estupenda en aquella zona). La semana pasada fue la fiesta del departamento en el tejado de un hotel enfrente de la ópera. ¡Qué lujo! ¿verdad?

Por la noche, Sonia y Alden nos van a cocinar una paella a Jonathan y a mí. Esto ya no es un lujo, es un lujo grandioso. Estoy como el perro de Paulov, salivando desde que Soni me llamó hoy por la mañana.

El sábado se casa mi amiga Lara con Seb. Lara era la ex-presidenta de Becarios Precarios, la asociación en la que fui tesorero y con la que defendíamos los derechos laborales de los investigadores en España. El caso es que los dos nos vinimos para Australia y ahora se nos casa y se vuelve a Madrid. Así que vamos de bodorrio y yo más feliz que una perdiz. También me encantan las bodas.

Y luego, el domingo, tenemos otra fiesta de Navidad. En este caso, la comunidad de vecinos del bloque de Jonathan, que también tienen un tejado, en este caso la ópera no se ve, pero con barbacoas y piscina y pista de tenis. Así que iremos a ver qué se cuece.

Esta semana he estado algo flojo para escribir, pero no por falta de ideas. Yo creo que esto del verano australiano me hace querer estar en la calle todo el rato, y eso es lo que he hecho.

Y además, llega la Navidad. Ya recibí mis primeras tarjetas de Navidad. Qué ilusión llegar al buzón y ver cartas dirigidas a mí. Hoy he ido a comprar adornos de Navidad, pero no me gustó ninguno. Debería haberlos comprado el sábado que estuve en IKEA y eran preciosos y súper baratos; pero en ese momento estaba agotado y lo único que quería era irme, ya que ejercí de chófer y lleve a mi amiga Karla por todo Sydney por todo el día buscando mobiliario para su nuevo apartamento.

Y ya que estábamos viendo mobiliario, aproveché y me compré una barbacoa. ¡¡¡¡¡¡Preciosa chicos!!!!!!! ¡¡Preciosísima!! Es una barbacoa huevo. Es decir, tiene una cubierta y se abre y cierra, como un mejillón gigante. Karla, que es un amor de persona, me compró el carrito (como regalo de Navidad) para poder transportar la barbacoa por mi jardín.
Esto de tener barbacoa me hace mucha ilusión, me parece un síntoma de mi australinización. En Australia, la barbacoa es "el evento". Es decir, no se concibe el que no tengas una barbacoa. Pues ya tengo una.

Y ya finalizando, espero que todos estéis bien. Si tenéis un hueco, escribidme y contadme. Y bueno, si algún lector pues no me conoce, pues también le deseo lo mejor :-).

Muchossssssssssssss abrazos y no os olvidéis de los vídeos, que quería simplemente decir buen fin de semana y me salió casi el Quijote ;-).

Como os dije, este vídeo transmite vitalidad, ganas de viajar, de hacer cosas con la gente, de compartir.


Además, me emociona que la primera ciudad en la parte del vídeo en el que sale toda la gente a bailar con él es Madrid :-).
Y a continuación, este es el nuevo vídeo de prevención de VIH del Ministerio de Sanidad y Política Social de España.



Abrazos.
Óscar P.C.

1/12/09

En Melbourne

Estimados:

Estoy en Melbourne en un congreso de mi área de investigación y por eso no me ha dado tiempo a escribir.
Pero estos días he vivido tantas cosas, que ya contaré.

Abrazos.
Óscar P.C.

PD: Amanda, gracias por recordarme que tengo que escribir algo en el blog :-) Me hace sentir bien tener lectores :-)

11/11/09

5 a.m.

Correo electrónico enviado por el capitán de mi equipo de barco-dragón (dragon boat) para todos los miembros que deben perfeccionar su técnica, o sea, para mí:

Sunday, November 29th arrive by 5am, Boats on the water by 510, Boats set sail to the other side of Blackwattle bay at 520, First Heat @ 540am

Domingo, noviembre 29 llegar a las 5 de la mañana. (Dicho sea de paso, no me levanto a esta hora ni para ir a trabajar). Las barcas estarán el agua sobre las 5.10 (¡uh! ¡bien!, puedo llegar 10 minutos tarde) Y el correo sigue con más datos, todos ellos anteriores a las 6 de la mañana.

¿A quién?, decidme, ¿a quién, en su sano juicio, se le ocurre poner un entrenamiento un domingo a las 5 de la mañana? Ya el año pasado me negué a asistir porque mi cuerpo no aguanta tal maltrato. Y no es sólo el madrugón, es llegar allí a las 5am para salir a remar como si Roma fuera a atacar Cartago. Pero cuál es mi sorpresa cuando en el siguiente entrenamiento, yo suelo ir a las sesiones de entre semana a las 6.30 de la tarde, mis compañeros comentaban alegremente y con júbilo los pormenores de su sesión de perfeccionamiento, sin decir ni mu, pero ni mu, del gran madrugón. ¡Dios bendito! ¡No daba crédito! ¡Son máquinas!

De veras que me encanta este deporte. De veras que yo intento ser participante activo. Pero chicos, no puedo; esto me mata. Dejé de asistir a los entrenamientos del domingo porque empiezan a las 8 de la mañana y joé, yo no soy un juerguista nato, ya me conocéis, pero una cerveza el sábado cae y no estoy precisamente a las 11 en la cama. No he ido a ninguna competición aún porque son a 50 kilómetros de Sydney y hay que estar como un reloj a las 7 allí. Y resumiendo, que si algo me cuesta en esta vida es madrugar tanto.

Un abrazo muy fuerte. Me acabo de acordar que precisamente el domingo 29 estoy en Melbourne porque tengo una conferencia esa semana, o sea, que no necesito inventar ninguna excusa (¡yuju!).



Foto tomada de http://english.people.com.cn/200506/03/images/0602_B32.jpg.

Abrazos.
Óscar P.C.

10/11/09

Un guardián de café.

Me han nombrado uno de los guardianes de café del departamento. Todo un honor, para que negarlo. Es un cargo nimio, pero me hace sentir parte activa de nuestro grupo y me alegra saber que mis compañeros confían en mí para cuidar tan magno y preciado tesoro.

Creo que todo vino dado porque ayer nos trajeron una nueva máquina de café, después de que la anterior dijera adiós tras años de fiel servicio a la comunidad del departamento, y yo me interesara por leer las instrucciones y ponerla en marcha.

Así que ahora tengo un táper lleno de granos de café en una de las estanterías de mi despacho. Si hay que reponer café en la máquina, servidor no tiene más que hacerlo.

Y además, ¡qué maravilla abrir la puerta y sentir ese olor tan agradable a café! Me recuerda a las tiendas del centro de Madrid, esas de las que quedan pocas en las que se vende café a granel.

Sin más, se despide de ustedes el que subscribe con el último parte de volumen de café en la máquina:

El recipiente está lleno de café hasta la mitad. No es necesario reponer por el momento.
Tanque de agua, también a mitad. Final del parte.

Atentamente.
Óscar P.C.

PD: Sí, ya sé que me tomo muy seriamente determinadas tareas que son insignificantes que hasta escribo varios párrafos. Pero de veras, que esto me divierte.

29/10/09

Yo he venido a hablar de mi libro

Hoy estaba viendo algunos vídeos curiosos en internet, cuando me he topado con este de Paco Umbral, que realmente dejó huella en televisión y en nuestro lenguaje, ya que aún se puede oír por ahí el "yo he venido aquí a hablar de mi libro".

Espero que os echéis unas risas como yo me las he echado esta tarde.

Muchos abrazos a todos y buen fin de semana.

26/10/09

Serenidad

Día nublado, de esos en los que todo está oscuro y amenaza con llover en cualquier momento. Paraguas en mano.

Hora del almuerzo en el café de cada día; día a día que me ha permitido construir la familiaridad para dirigirme al refrigerador y tomar una botella de agua e ir a la máquina de café donde están todos los vasos limpios y coger uno.

-“Risotto, por favor”

-“¿La mesa de la esquina? ¿Cappuccino después de comer?”

-“Sí, muy bien”.

Perfecto, la mesa que da más intimidad de entre todas las mesas. Y yo, completamente impaciente y alegre por empezar mi nuevo libro que compré ayer. Comprar un libro da un particular regustillo. No sé muy bien por qué. No sé si es porque me siento intelectual y me miro a mí mismo y me da gusto o porque ese grupo de páginas puede encerrar una historia con la que me emocionaré y reiré o lloraré.

El caso es que todo ha sido sereno y muy agradable: la mesa, el risotto, las primeras páginas de una historia que se aventura interesante, el café con leche y dos de azúcar, el color de las nubes azul oscuro a través de las ventanas, las puertas cerradas por el viento y yo sintiendo todo esto.

Feliz semana. Óscar PC.

19/10/09

Descuentos en Abonos Transportes en Madrid

Estimados lectores, y especialmente aquéllos que viváis en los lindes de la Comunidad de Madrid (España).

Al leer el periódico esta mañana me he encontrado la gran noticia de que la Comunidad de Madrid aplicará descuentos del 20% en su abono transporte mensual para las personas con discapacidad igual o superior al 65 %. Dicho abono transporte se puede pedir desde el 1 de octubre de 2009.

Según el Consorcio de Transportes, para solicitar la nueva tarjeta con el descuento, sólo se necesitará compulsar el documento acreditativo en cuestión. La compulsa puede ser realizada en
  • Las oficinas de Atención al Ciudadano de la Comunidad de Madrid situadas en la calle Gran Vía 3 y en la Plaza de Chamberí 8.
  • El Consorcio Regional de Transportes.

Y una vez obtenida la copia compulsada, no hay más que dirigirse al estanco más cercano con una fotografía, el DNI o pasaporte y dicha copia.

Además, también habrá una tarjeta descuento del 20 o el 50% para familias numerosas de categoría general o especial respectivamente.

Podéis encontrar toda la información en en la página web del Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid:

Los precios finales de las distintas modalidades e información más detallada en:

Si sois beneficiarios, enhorabuena, y si conocéis a alguien que se pueda beneficiar, pues haced el favor de comunicárselo.
Un abrazo y buen día para todos.
Óscar desde Sydney.

18/10/09

Relaciones Inter-net-personales: "feisbuk"

Me encanta feisbuk (pronunciación del inglés “facebook”). Me parece una herramienta sencilla para comprobar qué es de la vida de tus amigos y conocidos de una forma, llamémoslo, no invasiva. Ellos cuelgan mensajes, historias y fotografías que desean compartir y tú decides cuándo y dónde interesarte por ellos y actualizarte con sus últimas noticias. Maravilloso y más aún, si vives en el extremo opuesto del mundo, a hemisferio y medio de cada uno de ellos. Así tengo la alegría de ver las fotos de los hijos de mis amigos, nuevos hogares, destinos vacacionales, fiestas locas, … La relación además es biyectiva, pues tú también puedes hacer lo mismo.

O no, es decir, te puedes dedicar simplemente a “interesarte por sus vidas”. O sea, fisgar en la vida de los demás de una forma sofisticada (con banda ancha, y a todo color con amplios reportajes de vídeos y fotografías) y consentida. Lo que además prueba que tenemos un cierto punto exhibicionista: nos gusta mostrar y nos agrada ser vistos y leídos. Para muestra un botón, yo tengo hasta un blog en el que cuento hasta a qué huelen las nubes.

Hasta aquí todo bien y repito, me encanta. Cierto es que feisbuk es mucho más y puedes crear o unirte a grupos de diversas causas o índoles a nivel mundial con el consiguiente poder de información y movilización. También puedes enviar “cervezas virtuales” a tus amigos; esto no lo he entendido aún. Me siguen gustando más las cervezas reales.

Lo que no llego a comprender son los criterios de selección de algunos al añadirte como amigo feisbuk. La semana pasada salgo enérgico y decidido de mi oficina para ir a la impresora a recoger un documento. Me cruzo en el pasillo con una chica que trabaja en el departamento y con la que me he cruzado un par de veces en el ascensor y hemos compartido conversaciones habituales para ascensores: “¡Uh!, el tiempo hoy está revuelto”, “Sí, sí, fíjate, con lo bueno que hizo ayer”, “¿Mucho trabajo hoy?”, “No, no, lo normal”, “¿Y tú? ¿El trabajo bien?”, “Sí, bien. Buenas noches”, “Buenas noches”.
Pues de camino a mi impresora me disponía yo a tener una conversación “de pasillo”, que es como la de ascensor citada más arriba, pero más corta si cabe. Pero para mi sorpresa, la mujer, airada, me dice que la he rechazado como amiga en el feisbuk.

- “Feisbuk chivato acusica” - es lo primero que pensé. Pero mis cuerdas vocales articularon un - “perdona, ¿cómo te llamabas?”.
Pero mi mente, seguía pensando:
- “Por Dios santo, no sé ni tu nombre, te he visto dos veces en el ascensor y me añades a tus contactos de feisbuk. ¿Para qué? ¡Ah!, quizás sea para tener conversaciones más ricas en el ascensor y en vez de hablar del tiempo, hablar de mis fotos de la borrachera de fin de año, de las fotos de la familia de mi pareja o de cómo un día estaba hasta las narices del trabajo y se me ocurrió ponerlo en feisbuk y tú lo comentaste en una reunión del departamento delante de todos nuestros jefes.”

Y para colmo tienes el compromiso de explicar por qué no la aceptaste como amiga virtual, toda una desfachatez por mi parte.

Segundo caso. Me añade una de mis primas. A esta prima la he visto creo que tres veces en mi vida. No tengo ningún contacto con ella y las dos veces, que ya de adulto, pasé por su ciudad y fui a su casa a visitarla, misteriosamente tenía algo que hacer y ni siquiera la vi. Bueno, pues de nuevo me encontré en esa disyuntiva moral de decir, ¿añado a esta mujer? Me siento hasta culpable de pensar así, “es tu prima, sangre de tu sangre, ¿cómo piensas así?”. Sencillamente porque aunque uno cuente mucho de su vida, pues hay cosas que no quiero que determinadas personas se enteren (ya veis, luego con el blog termino aireando bastante, contradicciones de uno...).

Bueno, tras un debate interno, decido apretar el botón azul mágico de “sí, te acepto por amiga, en los cíber momentos malos y buenos, hasta que decida borrarte de mis contactos”.

El caso, es que ejerciendo de primo mayor y decidido a no ser malpensado y reeducarme para pensar que ella quería establecer una relación conmigo empezando por feisbuk, le escribo un correo en el que le muestro mi sorpresa por interesarse por mí y le cuento qué es de mi vida, cómo me siento por aquí y que hago por trabajo.
Respuesta, ninguna. Tiempo de espera, va a hacer cuatro meses.
Y de nuevo me pregunto, ¿por qué leches me añade? Y de nuevo, te encuentras con el dilema moral de no desconectarla de tu red, porque quedaría feo.

Y así me he encontrado con mi antiguo jefe (al que aprecio, pero de nuevo, en el entorno profesional, no para que lea todos los mensajes de cómo voy a quedar este fin de semana con mis amigos), la ex compañera de trabajo de mi pareja a la que he visto dos veces, y muchas más personas que me añaden o añado (mea culpa). Aunque me da mí que yo pienso demasiado y muchas personas te añaden, para luego ni siquiera hacer caso a la información que pones, algo que considero inútil.

Así que por un mundo con limitaciones en amigos virtuales y como una pequeña reflexión, aquí dejo este artículo.

Espero que tengáis una buena semana.
Como siempre, gracias por leerme.
Óscar.

9/10/09

Tres días de vacaciones

Fueron tres días inolvidables en un paisaje verde y frondoso, tan típico en la costa este australiana. Una casa acogedora al borde de un barranco con vistas. Al Pacífico, a la inmensidad azul que confunde mar con cielo.

Una de las tardes decimos ir a pescar. La primera vez en mi vida. Preparar los aparejos es todo un arte. Me limité a observar y admirar cómo se anudaban hilos, amarraba el anzuelo y se colocaba el cebo, un pobre calamar congelado. Al menos este calamar volvería a la libertad del mar y se libraría de estar en una balda de frigorífico de supermercado y ser posteriormente rebozado, empanado y frito.

Nada más llegar a las rocas nos sorprende un grupo de cinco o seis delfines. El viento provoca que el mar se enfade y se agite y lo pague con la tierra. Y los delfines parecen disfrutar del espectáculo, surfeando entre ola y ola.
No pescamos nada, pero mereció la pena contemplar y dejarse acariciar por el viento y el agua.

Al llegar a casa me siento con dolor de cabeza. Me recuerdan que no tomé café después de comer y que podría ser esa la causa. Odio ser tan dependiente de una sustancia.

Mientras nos calentábamos en el salón de la casa, veo que una de las chicas fuma un cigarro afuera. Decido pedirle uno y fumar con ella. Conversamos. Y en un punto de la conversación me recuerda que es importante cada día darse cuenta de lo que nos rodea, de los olores, de los colores, de las personas. Saborear y ser consciente de cada uno de los ingredientes que forman nuestra existencia. Y claro que ya lo sabía, y que os lo he contado y recordado una y otra vez; pero es como cuando ves una buena película y te sientes bien. O cuando comes tu plato preferido, sabes como sabe, pero disfrutas comiéndolo. Me sentí así. Lo sabía, pero me gusta oírlo y lo mejor, me gusta sentirlo.

Respiré hondo, y ahí estaban, los olores de lluvia, de tierra húmeda, de flores, de humo de tabaco, de anochecer.


Buen fin de semana.
Por cierto, me acabo de dar cuenta de que en España es le puente del 12 de octubre.
Disfrutad del puente.
Abrazos.

Óscar.

2/10/09

Rutina

27 Septiembre -2 Octubre: semana de curso para ser instructor de redes de ordenadores en una asignatura en la universidad.
  • Temario del curso: interesante.
  • Esfuerzo en el curso: considerable.
  • Horas de sueño: reducidas considerablemente.
  • Estado actual: aprobado (el curso); liberado, relajado y contento (el que escribe).
Estas cinco líneas resumen brevemente mi semana, que por otra parte, me ha resultado de todo, menos breve. Intensidad, sería la mejor definición de semana. Por razones departamentales, me inscribí en este curso, el cuál impartía conocimientos sobre redes. Conocimientos que ya había estudiado cuando fui alumno universitario y razón por la cuál me daba ánimos a mí mismo (¡¡Óscar!! ¡¡Óscar!!) y me decía que no sería más que un repaso.

Efectivamente, muchos conceptos eran un repaso, pero curiosamente mi memoria había hecho un esfuerzo considerable a mis espaldas, con alevosía y sin mi permiso, para no dejar prácticamente ni rastro de la sabiduría de redes de ordenadores adquirida hace años. Qué decepción doble: no recordar nada y no poder confiar en mi memoria para futuros cursos o devenires de la vida. Bueno, no voy a ser tan trágico que al final he aprobado. Simplemente necesitaba quejarme un poco.
Pero estoy encantado de volver a mi rutina diaria a la que he echado de menos todos estos días. ¡¡Vivan mis días repetitivos, tranquilos y relajados!! ¡¡Me encanta mi rutina!!
Os dejo, que me voy de fin de semana al sur del Estado.
Besos.

16/9/09

Sabiduría de abuelas



Si realmente amas algo, deja que sea libre.
Si vuelve, siempre será tuyo. Si no vuelve, es que nunca fue tuyo.
Pero si ese algo se sienta en tu salón,
desordena todas tus cosas, se come tu comida,
usa tu teléfono y tu dinero,
y además parece no darse cuenta de que le dejaste libre ...
O bien te has casado o has tenido un niño.

Buen día para todos.
Óscar P.C.

15/9/09

De imperativo se habla

Me surgió la duda hoy de cómo se escribe el imperativo singular cuando éste termina en ene, "n", y el pronombre que sigue es "nos" (que yo sepa ahora mismo, el caso de poner y tener y sus derivados: posponer, reponer, contener, ...).
Pues bien, se conservan todas las "n" habidas y por haber.
La duda me vino cuando quería poner en el blog de una amiga "ponnos más fotos". En un primer intento de ver si "ponnos" existía o no, quizás os resulte una tontería pero nunca lo había escrito, consulté a mi amigo "Google". Y el tío se empeñó en darme todos los resultados de "fotos pornos" que encontró en su búsqueda.
Entre tanta imagen digital, encontré este enlace donde la duda quedó aclarada.
Abrazos a todos los hispano-parlantes de cualquier lado del mundo. Qué bonito es nuestro idioma y qué afortunados de ser tantos hablantes con tantas variantes del mismo.
Buen día.
Óscar P.C.

14/9/09

¿Quién anda ahí?

Si a nuestras vidas les vamos quitando aderezos y las desnudamos, y las devolvemos o dejamos con la esencia, es decir, con lo que vinieron a la vida para ser vida, ¿qué nos queda?, ¿qué hay ahí?, ¿o quién? Toc-toc.
Nosotros mismos. Yo mismo.

Es un juego de imaginación que vengo haciendo de vez en cuando. Curiosamente me reconforta, me hace sentir bien; me gusta encontrarme conmigo mismo en las tardes de invierno en el sofá de casa mientras ceno mis verduras hervidas, o en la jornada de trabajo mientras me dejo llevar por los sueños.
Pero sobre todo me regocijo con esta abstracción ante las adversidades, ya sean mínimas, máximas, justificadas o no. Me gusta saber que si carezco de todo, aún quedo yo. Yo con mis pensamientos, mis recuerdos, mis felicidades. Yo con mis defectos y virtudes.

Quizá sea demasiado egocéntrico. Pero ojo, me funciona.
Quizá abuso en ocasiones, sobre todo en ésas en las que un pequeño contratiempo es toda una galaxia de supernovas y exoplanetas. Ésas en las que me gusta sentirme víctima porque hay un pequeño placer en ello. Y mi mente, que ya ha aprendido a cómo salir de ese agujero negro, busca soledad y una a una va derrumbado capas hasta que se tranquiliza por saber que tras todos los telones aún estoy por aquí.
Preparado para la función.

Abrazos.
Óscar P.C.

10/9/09

Bangkok

Siempre me he sentido atraído por la sonoridad de la pronunciación de Bangkok; esa terminación tan sonora, o debería decir “sorda” por la duplicidad del fonema “k” que tanto me gusta (oclusivo, velar y sordo), ejerció desde que yo recuerdo una atracción simplemente fundada en eso mismo, en mi gusto por el nombre de la ciudad. No sabía mucho de la historia, ni de sus habitantes, ni de sus monumentos, ni de la cultura de sus moradores. Sí sabía que es la capital de Tailandia, que hacían masajes revitalizadores, que había un río y algo llamado “tuk tuk” o “chuk chuk”.

Pues bien, como Bangkok era escala obligatoria en mi periplo de Madrid a Sydney, no había excusa para no parar. Además los dados del destino jugaron a mi favor, y César y Patricia, recién casados y de viaje de novios, harían parada de tres días, nada más y nada menos, que allí mismo. No solo son buenos amigos míos, sino buenos organizadores de viajes, así que estaba en buenas manos.

Llegué a mi hotel después de pagar 5 veces más al taxista de lo que debería haberle pagado, dar propinas exageradas por no tener billetes pequeños a cualquier persona que me ayudara con la maleta y tener más que dificultades para hablar en inglés con el personal.

Me cuesta escribir sobre esta ciudad. Reconozco que no me sale espontáneamente. Lo pasé muy bien, pero creo que mis amigos hicieron que la estancia fuera mucho más placentera que lo que la ciudad ofrecía en sí.

Aún así, mis impresiones de Bangkok son contrapuestas. Por una parte, la ciudad me pareció sucia, caótica, con un sobre esfuerzo añadido en regatear el precio final de absolutamente todo.

Por otro lado, los monumentos son impresionantes, no solo los de la ciudad, sino los de los alrededores. Pero he de reconocer que debí de esperar a repasar mis fotos para llegar a esta conclusión. E incluso ahora, cuando estoy repasando el álbum fotográfico, creo que todo es más bonito de lo que en ese momento juzgué.

Pero eso sí, muchas personas dicen que debes de ir más de una vez para que empiece a gustarte.

No me hice el famoso masaje que Joaquín me recomendó. El único día que tuve más libre conocí a un grupo de chicos de Barcelona y me fui a pasar el día con ellos.
Aquí van algunas fotos que tomaron César y Patricia. No tengo las mías aquí ahora mismo.

Palacio Real. Es preciosísimo. Aquí, solo un detalle de una columna de un edificio dentro de un complejo que es en sí mismo una ciudad.




Los tres en paseo por elefantes. En la foto queda divino. En la realidad fue un paseo por un descampado en la mitad de una barrio periférico de Bangkok, es decir, como si te dieran un paseo por detrás del IKEA de Alcorcón.



Esto sí es impresionante. Son monumentos en las afueras de Bangkok. Aquí Patricia y yo.



César pasándoselo en grande con el elefante.




Tras cruzar el río...



Buda tumbado:



Un abrazo enorme.
Óscar

6/8/09

Viernes

Estimados todos:
Llegó el viernes, y con él los planes para el fin de semana. Mañana tendré día de playa, picnic, fútbol o voleibol y cumpleaños de una amiga. ¡Me encantan este tipo de planes!
El domigo haré una carrera de 14 km. desde el centro de Sydney hasta la playa de Bondi. Y una vez allí, el equipo con el corro monta una carpa y hacen barbacoa, dan bebidas y pasas el día de lo más animado charlando y comiendo. No solo mi equipo, sino muchas empresas para sus empleados u otros equipos o asociaciones.
¿Cómo se presenta vuestro finde?
Os dejo un artículo de EL PAÍS de hoy que me ha llamado la atención:
Abrazos.
óscar.

4/8/09

Atún en aceite (de oliva)

Como siempre iba con la idea de comprar no mucho en el supermercado, ya que mi mochila tiene una capacidad limitada y recorrer los 8 minutos que lo separan de mi casa en bicicleta no es tarea fácil si se tienen bultos de más.

Y como siempre, una vez dentro del supermercado, cesta en mano, me dejo llevar por el instinto primario de hacer acopio de víveres para no pasar hambre en caso de que un grupo de alienígenas considere oportuno conquistar la Tierra al día siguiente y a mí me pille la invasión exterior sin nada en el interior de la despensa. Bueno, el instinto de supervivencia y para que negarlo, el efecto hipnotizador de los colores, las frutas perfectamente colocadas y los productos cuidadosamente apilados pidiendo a gritos que los escojas para tu cena; cena a compartir o no con los alienígenas, esto ya, al gusto de cada uno.

Total, que como siempre, me planté en la caja con mi cesta, reminiscencia de mi idea inicial de compra ligera, metida en el carrito y rodeada de una pila de productos.

Así que cargado con mis bolsas, repartidas a cada lado del manillar de la bicicleta para la balancear la carga, me dispuse a ir andando hasta casa. Inútil ir pedaleando con tanta carga.

Pues bien, no hago más que andar escasos metros cuando oigo un ruido y veo que una, dos, y por fin tres latas de atún se han escapado, no sé cómo, de una de mis bolsas y “pof”, “pof”, “pof”, caen al suelo y salen rodando.

- ¡Mierda! – me salió de dentro.

Después de unos malabares para dejar estable la bicicleta con tanta carga, me dispongo a recoger las latas de atún. Las meto en la bolsa y “pof”, “pof”, “pof” se me escapan de nuevo. Claro, debí pensarlo antes, la bolsa estaba agujereada. Mientras mi cerebro hacía esta simple inferencia, alguien corrió hacia mí y ágilmente se agachó. Para mis adentros, malpensado, pensé: “lo que me faltaba, un ladrón de latas de atún en aceite (de oliva)”.

Pero para mí sorpresa, era una niña que con una sonrisa me acerca las latas de atún, orgullosa de hacer algo para ayudarme. Me pareció un gesto tan amable, tan bonito, tan desinteresado, tan agradable, que embriagado en una profunda gratitud le sonreí de vuelta y le dije gracias tres veces, haciendo hincapié para que captara cuánto me había conmovido y agradecía su acción.

También se me pasó por la cabeza el regalarle una lata, pero no me pareció un regalo muy atractivo para una niña de 8 años, por mucha “omega 3” y virtudes que posea el atún enlatado.

La niña se alejó tan fugaz y rápidamente como apareció, ya que sus padres estaban igual de atónitos que yo y les salió una pregunta de “¿qué estás haciendo?” que quedó respondida al instante. Supongo que se sentirían orgullosos de su retoño.

Y yo volví a mi casa tan contento, pensando que en el mundo hay personas dispuestas a ayudarte a coger las latas de atún cuando se caen al suelo.

Abrazos para todos.
óscar
Sydney, 5 de agosto de 2009.

PS: Joaquín, a la próxima entrada cuento algo de Tailandia y pongo alguna foto.

26/7/09

De vuelta

¡De vuelta a Sydney!
De vuelta al trabajo, a mi casa y a mi habitación con chimenea.
De vuelta a la agradable rutina, el paseo en bicicleta de las mañanas, las comidas con charlas interminables, comprar en el supermercardo que de memoria conozco.
Los olores del café de esta ciudad, el "have a good day" y el "thank you", el frío del hemisferio sur y esa luna que sólo el cielo de Sydney sabe resaltar hasta hiptonizar.
Los abrazos y besos del que espera mi retorno, los mimos de haberme perdido por un mes y sentirse alegre de que volviera.
El equipo de fútbol, el mar que me calma y me estimula y me llena de energía.
La comida llena de color y sabores que en cada esquina te sorprende.
De vuelta al tren que nunca llega, a despedir a amigos que deciden partir y me parten con ello el alma, ...
y ... de vuelta al blog para expresarlo, compartirlo y que el ir, venir y devenir sea más llevadero.

Gracias por leer. Encantado de teneros.
Espero que todos vosotros estéis bien.
Abrazos.
óscar.

PD: Amanda, gracias por estar siempre tan pendiente de mí. ¿Qué tal estás?

8/6/09

Cuenta atrás

Cinco, cuatro, tres, … Cuenta atrás para volver a casa, de vacaciones, a ver a los míos.
Equipaje, más todo el bagaje de aventuras, desventuras, amores, amistades y trabajo de un año intenso en tierra austral.
Me invade un sentimiento de alegría que no me esfuerzo por contener. Al contrario, llevo ya días con una sonrisa permanente y una etiqueta en mi frente que dice “me voy a España de vacaciones en breve”.

Aquí está mi vida ahora, pero a veces echo tremendamente de menos aquello y necesito sentirlo de nuevo, abrazar a todos los que me quieren y quiero.

Se hace mucho más patente lo que se define por cultura cuando estás alejado de ella. Pequeños detalles, insignificantes comentarios, actitudes de los que te rodean, tu idioma.

Pues nada, que “si Dios quiere”, estoy pronto por allí, compartiendo lo que tantas veces hemos compartido.
Abrazos.
A muchos os veo dentro de nada por Madrid.

4/6/09

Minutos

Llegamos justo a las 6.30, la hora a la que empezaba la película. Tras la confusión inicial debido a la mezcla de prisa y ansiedad por hacer a los demás esperar, entramos al teatro. Un interior antiguo, algo recargado, imponente, con sus grandes lámparas, escaleras amplias, pasillos anchos y butacas aterciopeladas. Un ambiente muy acogedor y elegante que hace que el valor de la entrada de cine se triplique.

Tras acomodarnos en una butaca, la película comenzó inmediatamente. Una buena película. Una historia de personas bien contada.

Después del film, el director y la actriz principal salieron a contarnos sus impresiones y sentimientos, responder a las preguntas del público y relatar anécdotas.  Me sentí a gusto, en familia, escuchando y compartiendo opiniones.

Más tarde llegó el vino, una pizza, una buena conversación y un restaurante merecedor de volver: altos techos de cristal que dejaban ver la noche de Sydney y decoración cuidada al detalle.

Un paseo con amigos, un abrazo de despedida, un autobús a casa, una parada en el silencio. La niebla se ha apoderado de la ciudad en cuestión de minutos. Con dificultad se discierne lo que hay en 5 metros.

La noche y el paseo de vuelta a casa. Siento que la ciudad es mía porque no tuve que compartirla en esos momentos con nadie.

Observo las casas, cada una con una distribución diferente, un balcón distinto al anterior, una buhardilla de más  o de menos, un color en la fachada más bonito, un saliente por aquí o una puerta por allá; y muchas plantas, flores, color verde y rojo. ¡Qué ciudad tan hermosa! Nunca me canso de explorar.

Sigo caminando. Un hombre en la puerta de su casa, quizás sorprendido y disfrutando de lo mismo que yo disfruto, puede que saliera a contemplar la niebla. Intenta distinguirme, pero aunque nos separan escasos metros, ni yo le veo apenas a él, ni él a mí.

Mi casa. Mi salón. Mi calefactor y mi compañera de casa. Agradable conversación. Llamada a España. Ducha rápida. Y a la cama. Y a contar todo lo bueno que me ha pasado en horas. Solo en horas. Podría escribir cada minuto de mi vida, lo mucho que disfruto de tantas vivencias diarias, los pensamientos que pasan fugazmente o no tan rápido por mi cabeza. Todos podríamos. Son historias, como la película que vimos a las 6.30 en el teatro.

Buenas noches.

Sydney, 4 de junio de 2009.

19/5/09

Lo que no vemos

Esta fotografía la tomé el domingo pasado cuando iba con la bicicleta haciendo una excursión.
Al fondo la ciudad con sus rascacielos, sus puentes y su mejor cara. En un primer plano, una antigua vía de tren y una estación o almacén abandonados con un encanto especial a mi parecer
Las dos caras de una ciudad. Lo que se ve y lo que no.
En parte, muy parecido a las personas. Todos tenemos un lado que no es tan fácil de ver a primera vista. Nuestro yo más íntimo.




Espero que la vida os esté tratando muy bien.
Por aquí todo viento en popa.
Abrazos para todos los que leáis esto.
óscar.

17/5/09

Querer o no querer

A veces me invade la necesidad de salir huyendo, corriendo sin parar y sin mirar atrás.
Solución fácil para acabar de raíz con lo que ya no se quiere. Solución cobarde; sin dar la cara, sin enfrentarse al verdadero problema que muchas veces somos nosotros mismos.
Solución a corto plazo, porque ¿voy a estar siempre huyendo?

Hay que tener muy claro lo que uno quiere y saber decir que no al resto.
Y si no sé lo qué quiero, pruebo a preguntarme en negación, “¿realmente quiero esto?”.
No es un ejercicio sencillo.

Nadie dijo que la vida lo fuera. Tampoco hay que ser tremendista y pensar que es muy complicada. Pero hay momentos en que hay que hacer una parada en el camino y preguntártelo.

Feliz semana.
Sydney, 18 de mayo de 2009.
Óscar.

12/5/09

Amigos de lo ajeno

Para aprender vocabulario en inglés, recuerdo que cada lección de los libros de aprendizaje estaba enfocada a un tema específico. Así, si la lección versaba sobre el tiempo atmosférico uno se tenía que aprender el equivalente a granizo, llovizna o chirimiri, vendaval, huracán, cielo nublado, viento galeno (que cosas del destino, jamás usé en español y por ende no lo uso en inglés), parcialmente cubierto o “lluvias y claros durante la jornada”.

Pues bien, el viernes pasado cuando llegué a casa después del trabajo, entré en mi habitación, vi la ventana abierta de par en par, los cajones revueltos y comprobé la falta de dinero y algunos objetos de valor, sentí que la vida era como una lección de libro de inglés, y que ese día tocaba “robo”. Además, por supuesto, de un sentimiento inicial de confusión: la ventana está abierta, puede ser que hayan entrado a casa a robar o que mi compañera haya quemado el filete de ternera y abrió para ventilar. Faltan cosas de casa y la compañera no está en casa (y supuse que el filete seguía en el congelador); luego nos han robado. Después sentí rabia y enfado, mezclado con un sentimiento de debilidad propiciado por el hecho de que algún desconocido o varios hayan entrado a tu hogar a revolver cajón por cajón y esquina por esquina.

Inmediatamente, me vino a la cabeza el término “burglar” (o ladrón que entra a robar a una casa) y el verbo “to be burgled” (lo que hacen los señores estos). Recordé las palabras para huella, informe policial y similares.

Desde entonces vivo con un pequeño pánico a que alguien vuelva a entrar mientras duermo, a esconder lo poco que tengo de valor antes de salir de casa y a comprobar que he cerrado las 4 ventanas antes de salir de casa.
Y odio la sensación de sentirme vulnerable en mi propio hogar y esa violación a mi intimidad que supone lo ocurrido.

Aunque como todo, no queda otra opción más que superarlo. Empezando desde hoy.
Abrazos para todos.

Sydney 13 de mayo de 2009.

8/5/09

Mejorando

El pasado miércoles tuvimos la gran oportunidad de asistir a un seminario sobre determinados algoritmos matemáticos. El ponente fue un hombre joven de una universidad de China. Su presentación fue una de las mejores que he presenciado: clara, directa y muy bien explicada. En definitiva, excelente.

Al término hubo un pequeño piscolabis con zumo, galletas y café (soluble instantáneo, horrible). Nos encontrábamos en el momento “social” en el que siempre se discuten ideas o se hacen preguntas sobre lo que se contó en la presentación. Particularmente, muchas veces me encuentro falto de comentarios, cuestiones o dudas. Y eso hace que esté tenso.

Mi jefe y uno de mis compañeros debatían con soltura. En ese momento sentí algo de envidia (sí, lo admito, uno también siente envidia); y de veras me hubiera gustado aportar algo útil para demostrar, o para demostrarme, que tenía idea de lo que se hablaba. Pero basta que seas consciente de la situación y te pongas presión, para que el resultado sea peor que si no le hubieras dado importancia en primer lugar.
Total, que si no hay nada que decir, un servidor opta por el silencio. Y escuchando se aprende.

Pero no pude evitar tener esos sentimientos de por una parte, creerme algo torpe y segundo, esa envidia o sentimiento de competitividad para querer demostrar en última instancia que eres tan válido como los demás. Me digo a mí mismo que para conseguir esto es mejor ponerme manos a la obra y no perder el tiempo con ese resentimiento que al final no lleva a nada bueno.

Este auto ejercicio de evaluación y reconocimiento me es útil.
Estimados, pasen un buen fin de semana.

Atentamente.
Sydney, 8 de mayo de 2009.

6/5/09

Para los amantes del chocolate ...

Estimados todos:
¿Quién no aprovecha la publicidad para levantarse al cuarto de baño? O hacer un viaje a la nevara y agarrar un muslo de pollo frío que sobró de la noche anterior; o simplemente te das cuenta de que no estás solo en el sofá y amenizas los tres minutos con una conversación, que bien puede ser sobre lo que acabas de ver en la televisión sin tener necesidad de recurrir a la metereología.
Sin embargo, muchas veces la publicidad o "los anuncios de la tele" encierran todo un arte que bien podría ser catalogado con la etiqueta de "extra".
Os dejo aquí una muestra de uno de ellos. No puedo evitar una carcajada cada vez que lo veo.
Un abrazo y gracias por los comentarios que habéis ido dejando en el blog.
Sydney, 7 de mayo de 2009.

26/4/09

Los demás y nosotros mismos.

Personas. Las personas son lo que acaban de completar el concepto “humano” dentro de lo que supone ser “ser humano”. Es una de las acepciones de la definición que nos define. Pero es acepción imprescindible. No solo las personas definen al ser humano, pero sin los demás, no hay ser humano.
¿Por qué? Porque al fin y al cabo, todos, incluso los que lo niegan, necesitan de los demás.
Aunque sea simplemente para existir, para ser concebidos, amamantados y criados en nuestros primeros años de vida.
A diferencia de los bebés cocodrilos, que nacen con la autosuficiencia, instintos y conocimientos imprescindibles para vivir, nosotros necesitamos de otros que nos alimenten y que nos transmitan sus conocimientos para poder sobrevivir. Y aunque pueda adivinarse como una debilidad de nuestra especie, es por el contrario, la mayor de las maravillas.
¿Que por qué? Porque de nuevo, los bebés cocodrilos, desde los tiempos de los dinosaurios, prácticamente no han cambiado y siguen cazando y nadando de manera similar. Los seres humanos, al poder transmitir conocimiento con el lenguaje, vamos acumulando experiencias generación tras generación, evolucionando, y valiéndonos del pasado, para dar un mejor futuro, o el futuro que creemos mejor, a nuestra descendencia. A diferencia de bebé cocodrilo o bebé tigre, los seres humanos estamos toda la vida aprendiendo, adaptándonos a nuevos entornos y comunicándonos unos con otros.
Y es en esta comunicación, en esta necesidad de compartir información, de transmitir conocimientos, que nuestra especie se crece y nos hace ser un buen equipo.

Por eso, la interacción con los demás, me parece una de las cualidades que más humanos nos hace a los humanos.
¿Quién no se ha dado cuenta que tras explicar algo a alguien lo entiende mejor que antes de hacerlo? Aquí me aventuro a afirmar, sin base biológica alguna, que evolutivamente, nuestro cerebro funciona mejor cuando compartimos; cuando nuestro conocimiento va a ser explicado, debemos ser nosotros mismos los primeros en entenderlo bien para poder transmitirlo. Pero además, al ser puesto éste en tela de juicio, nos vemos obligados a seguir pensando, a ver los pros y contras, y en definitiva, a crecer y completar nuestra visión del problema.

Y más de lo mismo trasladado al mundo afectivo. Contar problemas, aventuras, buenos recuerdos, … nos hace crear lazos con los demás que nos reportan satisfacción. ¿No os parece que todo es más llevadero cuando lo compartes con alguien? Será el efecto de dividir responsabilidades o quizás el hecho de que como los pingüinos, somos inevitablemente sociables.

Señores, buena semana para todos. Si tienen algo que compartir conmigo, aquí estoy para escucharles.
Sydney, 27 de abril de 2009.

16/4/09

El tiempo vuela

No sé si es que ya estoy mayor o qué me ocurre, pero de veras, tengo la sensación de que el tiempo pasa muy rápido.
Estoy muy ocupado en el trabajo, pero muy feliz a la vez (me gusta mucho lo que hago) . Al marcar día a día el calendario, veo que ya estamos en abril, y me parece que fue ayer cuando llegué a Sydney (en junio pasado).
Os quiero dejar dos vídeos que me han impactado.
Los dos son del concurso Britains got Talent, este tipo de concursos donde la gente se presenta espontáneamente a hacer una actuación.
Este primero me parece graciosísimo. Me encanta la gente que se sabe hacer reír y no tiene miedo al rídiculo.
Y este segundo es un vídeo que está dando mucho que hablar; primero, porque lo bien que lo hace esta mujer, y después, porque muchos la tomaban por menos supongo que por su aspecto.
Un abrazo muy fuerte.
Sydney 17 de abril de 2009.

3/4/09

Unidos

Hoy me parece un día importante para la humanidad.
Sí sí, para la humanidad. No estoy exagerando. Los líderes de G20 parecen haberse de acuerdo para aunar fuerzas y salir juntos de esta crisis reforzados y regulados.

La historia es importante, y de la historia y los errores y aciertos se aprende.

Aquí os dejo el documento con los puntos del acuerdo en cuestión por si os apetece ojearlo:
Declaración final
Un fuerte abrazo.

Saludos.

Pensando pensando

Antes de ayer pensaba en Nicole. La última vez que nos vimos fue hace aproximadamente cinco años en su apartamento de Manhattan, justo antes de mi vuelo de regreso a Madrid. Di un abrazo de despedida a su marido y a ella, un abrazo de despedida y de agradecimiento, ya que durante una semana fui su invitado y pasé una semana de lujo en su compañía.

Después de aquel adiós fui andando hasta la Gran Estación Central, arrastrando mi maleta de ruedas azul turquesa, tan grande como un baúl, y en la que cinco años después, siguen cabiendo casi todas mis pertenencias.
Mientras andaba calle arriba y pasaba por delante de una frutería que daba un aspecto multicolor a la calle a la que se asomaba, pensé para mis adentros que yo estaba andando por Nueva York, cuál personaje de película.

Y la otra noche, mientras escuchaba la lluvia caer con una fuerza inusitada, como si el cielo se hubiera enfadado y no dejara de protestar, Nicole, la frutería y esas calles de Nueva York me vinieron a la mente. Pensaba en qué tal estaría y cómo sería la experiencia de ser madre para ella; hice una nota mental de escribirle un correo algún día de estos y seguí escuchando la lluvia.

Al abrir el correo a la mañana siguiente me llevé la gran sorpresa de tener un correo de ella. ¡Qué alegría!
No es la primera vez que esto me ocurre y ni la primera vez que os lo cuento. No han sido tantas veces tampoco. Pero resulta curioso que ella hubiera elegido ese día también para dedicarme unos minutos de su vida.

Un abrazo desde Sydney y feliz fin de semana.
PD: Empecé a creerme esto del poder de mi mente y ayer volví a pensar en otra persona con el fin de probar mis nuevos poderes. No hubo respuesta. Dejé de ser un súper héroe o X-man.

Sydney 3 de abril de 2009.

31/3/09

Opinión interesante

Os quiero dejar este artículo de opinión de Rosa Montero de la edición de ayer de "El País" (uno de los principales periódicos españoles: http://www.elpais.com/).
En España se va a reformar la ley del aborto de tal manera que, según explica la ministra de igualdad, Bibiana Aído, quede todo legislado de forma similar a cómo está en otros países de nuestro entorno y si uno decide abortar no tenga que pasar por una carrera de obstáculos. No estoy muy seguro del porqué la anterior ley no funciona y por qué es necesario reformarla; no sé si deja algún hueco legal o no. Creo que en este tema no he hecho mis deberes y no he seguido la prensa.
Aún así, sí que he visto en las noticas que al amparo de este debate, hay como todo, voces a favor y en contra.
Merece la pena que leáis esta pequeña reflexión de menos de 25 líneas.
http://www.elpais.com/articulo/ultima/Mala/gente/elpepuopi/20090331elpepiult_1/Tes

Buen miércoles para todos.
Sydney 1 de abril de 2009.

PD: Justo al acabar de escribir este párrafo he leído una carta en el mismo periódico que me aclara al menos una cuestión de la nueva ley. Parece que si una menor decide abortar, bajo la nueva ley, tendrá todo el apoyo de las instituciones para hacerlo. Es decir, pararece que ahora se hace, pero no de forma legal, lo que añade riesgos sanitarios. Una vez más, os remito directamente a la carta.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/menores/aborto/elpepuopi/20090401elpepiopi_10/Tes

Mal y buen humor

Otra mañana más me he puesto a gritar en español a un conductor que, ajeno a que los ciclistas compartimos la carretera con ellos, ha entrado en una glorieta como si mi bicicleta y yo no fuéramos más que un mero espejismo.
“¡¡Esto es el colmo!!”, “¡¡A eso le llamo yo conducir!!”, “¿¿Pero qué haces??” y unas cuantas frases más, acompañadas de movimiento de mi mano derecha, la izquierda firmemente agarrada al manillar. Realmente el conductor, la mayoría de las veces, no se percata de mi reproche. Pero al menos, yo me quedo satisfecho de haberme quejado de algún modo.

Afortunadamente, esta mañana venía con buen humor de la farmacia de comprar un ungüento para calmar mi dolor de costilla. Sí, otra vez me dieron un golpe jugando al fútbol y de nuevo ando con ese dolor que no me permite hacer casi nada. Y mi buen humor radicaba en que me anima el día la forma en que la dependienta de la farmacia nos habla a los clientes.
La farmacéutica es una mujer de mediana edad, con una voz moldeada por lo que yo creo que es exceso de tabaco y quizás hablar mucho, pero me gusta la forma que tiene de tratarte como si te conociera de toda la vida.
De cinco palabras, cuatro son “cariño” (darling) o “amor” (love).

La primera vez que coincidí en su turno, me hallaba sumido por el momento decisivo de qué desodorante comprar, qué champú anti caspa tiene el ratio peso-precio más bajo y cuál de los 453 tipos de pasta de dientes será mejor para el próximo mes: blanqueador, anti sarro o efecto durable por 12 horas (particularmente, ¿sabéis si son diferentes o solo es el colorcillo de la caja lo que cambia?).
Ensimismado como estaba, la farmacéutica en cuestión se me acerca y muy seria me dice: “Cariño, dejaste todo allá en casa, ¿no? – Dear, you left everything back home, didn’t you?”.
Y un servidor, que siempre ha sido muy dado al drama, estuvo a punto de decirle: “¿Cómo lo sabe? ¿Tanto se me nota? Sí, dejé a mi familia, mis amigos y mis recuerdos están allá en España”. Menos mal, que la señora, antes de que yo metiera baza, añadió: “Sí amor, es normal dejar las cosas de aseo en casa para no cargar el equipaje. ¿Por cuánto estás aquí “darling”?

La verdad que no pude más que reírme de mí mismo. Lo dicho, dado al drama “darlings”.

Un abrazo para todos.
Sydney 31 de marzo de 2009.

29/3/09

Los años y la sabiduría

Aquí estoy, a punto de irme a la cama y leyendo las noticias en el periódico.

Y al mismo tiempo, me repaso a mí mismo. Hacía tiempo que no utilizaba la palabra repasar. Y curiosamente, me recuerda a cuando escribía una redacción en el colegio y la repasaba para evitar faltas de ortografía; y también, cuando en la universidad, las horas antes de un examen, volvía a leer el pequeño resumen que me había hecho los días anteriores con una letra minúscula para que cupiera todo en dos páginas; así engañaba a mi cerebro para que pensara que no era tanto lo que tenía que aprender.

Libre ya de los exámenes académicos, menos mal, mi repaso se para inmediatamente en algo que me da vueltas en la cabeza en los últimos días: me llama la atención que pese a que según dicen, los años traen la madurez, hay asuntos que me siguen afectando como si tuviera 5 años y un niño en el parque me rompiera el cubo y la pala. Y me enfrento a ellos con la misma rabieta.

“Tanta educación, tanta universidad, tanto viajar y tanto inglés, ¿para qué?” Seguro que esto es lo que me diría mi madre, como tantas veces ya me ha dicho. “Los problemas siempre se afrontan y todo tiene solución, menos la muerte”. Sabio consejo, que siempre procuro aplicar. Sin embargo, el otro día, cuando le contaba a ella lo que me preocupaba, lo encontró de lo más divertido y se echó unas risas. Y me contagió y acabamos la conversación con una carcajada. Y esa falta de importancia que le dio mi madre al problema, me hizo vez que era nimio.

Y de nuevo, como aquel niño que tenía tal miedo a la oscuridad que en cuando anochecía, subía corriendo del parque a casa a refugiarse con mis padres, aquí estoy con 30 años, llamándoles casi a diario para oír sus voces y que me calmen, y me alegren, y me ría con ellos.

Curioso también, que cuando me pongo a escribir tengo una idea, un sentimiento; pero la forma de plasmarla y cómo se acaba desarrollando, siempre me sorprende a mí mismo. Creo que quería contar directamente la pequeña anécdota que yo consideraba problemón, pero finalmente mis manos y me cabeza se fueron por otros caminos.

Un abrazo muy fuerte para todos y feliz semana.

Sydney 29 de marzo de 2009.

19/3/09

De paseo

Domingo, 9.00 de la mañana. Aunque os parezca mentira, madrugo los domingos. O al menos, para mí, las 9.00 es madrugar. Café con leche y sesión de televisión hasta que me desperezo.

Después de un desayuno exquisito en el nuevo café de la esquina de mi calle surgió la pregunta. "¿Y qué hacemos hoy?". Normalmente la mañana del domingo está reservada a hacer excursiones en bici, ir a bucear a cualquier bahía o a andar por alguna de las rutas que hay por los alrededores de Sydney. Pero este domingo estábamos en blanco.

Así que surgió la idea de ir al centro y andar por el Jardín Botánico y la bahía de la Ópera. La típica caminata que no haces porque es algo que siempre está ahí y lo puedes hacer en cualquier momento y que únicamente acabas haciendo cuando alguien viene a visitarte a la ciudad.

Disfruté del paseo enormemente. Me encanta pasear, siempre me ha gustado. Pero pasear al lado del mar, con unos jardines preciosos y una conversación agradable, creo que es algo que en mi guía del ocio tiene 5 estrellas.

Os dejo unas fotos de flores. Ya os dicho alguan vez que en Australia hay plantas con unas flores tan bonitas que me tengo que parar para observarlas. Lo bueno es que además hay flores en todas las épocas del año. Debe de ser por el clima tan beningno que tiene Sydney. De camino al trabajo, en bicicleta, siempre me distraigo por cualquier arbusto o árbol que de repente ha brotado.





Este es un árbol que almacena agua en el tronco. Fíjaos qué curioso. Éste concretamente es una especie de QLD (Queensland), el estado que limita con el norte de NSW (New South Wales). Pero también los hay en WA (Western Australia)





Jonathan quería demostrar que su barriga es aún menor que la del árbol.





Y mientras hacía estas fotos, tenía esta vista a mis espaldas.




Me encantaría darme un paseo con cada uno de vosotros. A falta de esto, pues llamemos a esto un "paseo virtual".

Un abrazo.
Sydney 19 de marzo de 2009.
Mira, poniendo la fecha me viene a la cabeza que es el día del padre en España. Ya felicité a mi padre, pero lo repito, y además, felicito a todos los papás, que últimamente varios de mis amigos se están uniendo felizmente a este club.
Otro abrazo. óscar.

3/3/09

Relaciones España-Rusia

¿Qué hacen los turistas españoles cuando van a Rusia?
¿Para qué firmar un acuerdo con Rusia?

Nuestro presidente del gobierno nos lo dice muy claro (segundo 20 del vídeo).

De verdad, luego dicen que las películas españolas no tienen más que sexo. ¡Si hasta las ruedas de prensa son así!

Magia nublada

El cielo está hoy completamente encapotado de nubes color azul muy oscuro, casi gris.

Una tonalidad, mágica a mis ojos, hace percibir la luz y los colores de forma apagada, a excepción del blanco, que se rebela y muestra más brillante libre de la competencia de los rayos solares que le delega a un segundo plano en días claros.

Y hoy llevo zapatillas blancas y camisa blanca, tras haberme despojado de mi primera elección de vestir de negro y comprobar que hoy este color no era protagonista de la jornada.

Y me divierte observar cada uno de los elementos de la vida cotidiana bajo este prisma de luz nublada. Me asomo a la ventana y miro a los coches y a las personas andando, despreocupadas e ignorando que mis ojos observan sus movimientos.

Me sorprende que incluso el pasillo y las oficinas en el trabajo parecen diferentes, creo que más acogedoras. Y estos colores hacen que me sienta a gusto y protegido en este edificio, como un señor feudal en su castillo.
Quiero leer, trabajar en mi despacho y dejarme acariciar por el azul oscuro que atraviesa la ventana y me trae paz y viste todo mi mundo con un velo que gusta a mis ojos.

No en vano mi color preferido es el azul oscuro.
Sydney, 4 de marzo de 2009.

2/3/09

Arácnidos

Os dejo una foto de una araña que encontramos en el patio de la casa de una amiga.
Estas son las arañitas que tengo por casa de vez en cuando, y que ahora espero que me entendáis cuando me quejo y soy presa del pánico cada vez que las veo.
Los australianos, con toda la calma y tranquilidad que les caracteriza en cuestión de animales, ya sean adorables mascotas o bichos venenosos, te preguntan, cuando tú te hayas en estado de nervios, la raza y la apariencia. Sinceramente, no lo sé ni me importa, es una araña enorme y muchas veces tienen pelo (esta parece que se decidió por la depilación). La pregunta, para más tensión, puede venir además en el momento más inesperado, como hace algunas semanas cuando en pelota picada (desnudo) me disponía a entrar en la ducha.
Ya creo que distingo por lo menos a las no venenosas, que son las que me he topado hasta ahora. Y ni se te ocurra matarlas. Hay que atraparlas con un recipiente y dejarlas en libertad, normalmente en el patio. Claro, así cada vez que salgo a tomar el fresco me siento observado, porque no sé si sabéis que estos animalitos son además muy territoriales.




Un abrazo enorme para todos. Feliz semana.

24/2/09

El Óscar de Penélope

Cuánta tilde que hay en este título. Pero me gusta, suena muy a nuestro idioma.
Me siento orgulloso y contento de que Penélope Cruz haya ganado el Óscar. Y no se piensen ustedes que es porque un servidor se llama así y es algo egocéntrico al tener unos premios que llevan su nombre. 
Me emocioné al escuchar su discurso y especialmente, cuando habló de Alcobendas (la ciudad a escasos 13 kilómetros de Madrid de donde es ella) y cuando en español,  mucho más espontánea y suelta, dedicó su premio a todos nosotros, a sus conciudadanos. 
Nunca entendí porque cuando alguien de nuestro país ganaba un premio, esto se resaltaba en las noticias. O el porqué de alegrase de que tu equipo de fútbol gane. Al fin de cuentas, ¿qué importa de dónde seas? Pero poco a poco, con esta sabiduría que se llama edad, me he dado cuenta de que no somos así. Y no creo que sea ni bueno, ni malo. Simplemente, en nuestros genes tenemos marcado el concepto de manada, de tribu que caza junta y baila a la luz de una misma luna. Y en mi caso, la tribu de Alcobendas está muy cerca del poblado donde yo me crié. 
Y más aún, y en esto seguro influye el estar fuera de mi país, pero esa última frase y el "muchísimas gracias" del final, me hicieron casi llorar.
Nunca he sido particularmente fan de Penélope Cruz, pero ayer la vi humilde y agradecia a todos los que la han hecho actriz. Y eso me gustó.





"Todos los que desde España ahora estén compartiendo este momento conmigo y sientan que esto también es de ellos, se lo dedico, y a todos los actores de mi país". Pues Penélope, estaba en Sydney, pero mira, hiciste que sintiera que el premio era un trocito mío. 


Este vídeo pertenece a la "Academy of Motion Picture Arts and Sciences" de Estados Unidos.

12/2/09

Rutina de fin de semana


Resulta curioso que el domingo precisamente, cuando las noticias en televisión hablaban de los incendios y las víctimas, yo estaba teniendo un buen día. Y pensaba que para mí la vida seguía mientras otros sufrían, pero ahora escribiéndolo, me doy cuenta de que eso sucede constantemente y unas veces somos conscientes y otras no.

Llamé a mis padres a Madrid nada más oír la tragedia porque sabía que informarían de ello en las noticias españolas, y mis padres, oyendo Australia, se preocupan automáticamente.

Fue en esa conversación que mi madre me dio la gran noticia: el ascensor ya está completamente terminado en el edificio donde viven. Esto, que queda plasmado con una frase tan simple, es algo maravilloso en nuestras vidas. Mis padres ya están mayores y viven en un cuarto piso. Así que cada vez les costaba más bajar a la calle; pero aún mucho más subir de ella (e imaginaos con las bolsas de la compra). Yo llevo años intentando que se cambien de piso, pero entre que el mercado inmobiliario en España está carísimo, y que nuestro hogar era no un simple apartamento, pero todo un proyecto de vida y sacrificio para conseguirlo, ellos nunca hicieron nada por moverse. Pero por fin, después de años, se ha renovado el edificio por completo y se incluyó la joya de la corona en las reformas, el ascensor.
Así que me quedé con una gran alegría en el cuerpo después de colgar el teléfono y una sonrisa en mi cara.

Después de un desayuno frugal, hicimos una pequeña excursión en bici a un parque con unas vistas preciosas de la ciudad; de camino, descubrimos uno de esos cafés con encanto en la esquina de una calle de un barrio residencial y frente a otro parque precioso. Así que de vuelta a casa, nos dimos el gran lujo de comer ahí.

Con el estómago lleno todo es más bonito y el estado de ánimo es más positivo y como la ola de calor que azota Australia no nos permitía hacer mucho, nos subimos al tejado del edificio donde vive Jonathan y jugamos al tenis (empatamos) y luego nos dimos un chapuzón en la piscina adyacente.

Ya en mi casa por la tarde, decidí limpiar mi bici, que la pobre, de tanto usarla, estaba sucia de grasa. Y he aquí que descubrí que estaba disfrutando limpiando la bicicleta. Espray por aquí, espray por allá, bayeta abajo, esponja arriba. Haciendo un momento de reflexión me vi como esos hombres que cuidan y miman a su coche como si fuera uno más de la familia. Teníais que haberla visto, como nueva. Pero claro, cuando se me acabo la suciedad de la bici, ya tenía adicción a esto de limpiar y mucho espray por usar, así que decidí limpiar la mesa del jardín. Bueno, bueno, la dejé como una patena (palabra que acabo de buscar en el diccionario y que es la bandejita donde se pone la hostia en la misa).

Por la noche, me hice una cenita y salí al patio a tomarla en mi mesa reluciente a la luz de la luna, que estaba sino llena, cuasi llena.
Como veis, un domingo completo. Aquí dejo la foto de las vistas del parque que hablé y una foto de un mensaje en en el cielo ese día.
Abrazos.


11/2/09

Zo zo zombis

Si hay una cosa que me encanta de Madrid es que, como dice mi madre, "hay gente para todo". Y creo que es verdad; basta darse una vuelta cualquier día por el casco antiguo de la ciudad para ver gente de lo más diversa y variopinta; o echar un ojo a los periódicos y comprobar la de actividades que se organizan en la ciudad.
Y encima, la gente tiene ganas de pasárselo bien.
Para prueba, esta noticia que encontré en el periódico hace unos días:
Al parecer, hubo un desfile de zombis, que no contentos con ir por las calles del centro, sembraron también el pánico en la línea 4 del metro madrileño. Según testigos presenciales, los participantes estaban de lo más bien caracterizados.
Total, que leyéndolo en el periódico no pude evitar una carcajada y un pequeño momento de nostalgia hacia los madriles.
Un abrazo muy fuerte para todos.
Mañana o pasado escribo más, que ahora es algo tarde y me voy a la cama.
Sydney, 12 de febrero (son las 12.05 am) de 2009.

8/2/09

Día para olvidar

En plena era de revolución tecnológica y avance científico, no puedo encontrar una explicación salvo que la diosa Naturaleza se enfadado con Australia y se está tomando su revancha.
En un día en el que he perdido la cuenta de los incendios que hay, son dos dígitos que bailan entre los 26 del estado de Victoria y 53 en New South Wales, las inundaciones asolan Queensland y lo peor de todo, muchas personas han muerto en los incendios de Victoria.
Le pido a la diosa Naturaleza que dé una tregua.
Y es imperiosa necesidad que todos cambiemos nuestra relación con el medio natural, con nuestro hogar al fin y al cabo.
Y desde mi pequeña habitación en este inmeso hogar y en esta noche en que la luna parece llena y una brisa ha empezado a soplar, parte de mi mente está con todas estas personas que se han ido y esos bosques quemados.
Buenas noches a todos. Óscar.
Sydney, 8 de febrero de 2009.

2/2/09

Adicciones

Me confieso adicto a las vidas de los demás.

Me fascina que personas anónimas al gran público que se cruzan por un motivo u otro en mi camino me cuenten su vida.
Con cada una de esas vidas se escribiría perfectamente una novela. Y personalmente, me enriquecen y me enseñan.

Me confieso adicto a esas vivencias, a sus opiniones, a sus valoraciones.

Me encanta cuando el conserje de la universidad se pasa por mi oficina y se sienta en la cajonera para salirme con cualquier pequeña historia, recuerdo de su pasado o afinidad con los españoles, con los que comparte además idioma. Él emigró desde Uruguay hace ya muchos años y tuvo aquí dos hijos. Se divorció, se volvió a enamorar y aquí está cada día, saludándome desde el otro lado del pasillo con un sonoro “Óscar, Nadal gano antes de ayer, qué bien. Ahora me paso por tu despacho”. Creo que él no es consciente, pero me alegra el día. Y si tiene tiempo para un café, mi jornada se hace ya más llevadera.

O esa mujer que también emigrante llegó desde Sudáfrica para encontrarse con un hombre con el que compartiría el resto de su vida. Él era una juerguista constante y ella el orden, la limpieza y la meticulosidad personificada. Debe de ser cierto que los polos opuestos se atraen, porque se les ve felices.

O ese chico peruano, que siempre me dice: “el trabajo dignifica a las personas, independientemente de lo que hagas”. Y lo comparto, como comparto muchos días el tiempo de la comida con él.

Y si tuviera que sacar una conclusión de esto que os cuento, simplemente diría que todas las vidas y todas las personas siempre nos aportan algo. Y viceversa; así que hay que tenerlo en cuenta, porque nuestra aportación al mundo cuenta: una sonrisa, un favor, un “hola, qué tal te encuentras”, una llamada, etcétera.
Como decía una amiga georgiana de una amiga mía: “vida es así”.

Y aunque el trabajo dignifica, también agota, y estaba algo cansado de tanto leer y tanto número. Os dejo que hoy es martes, y los martes siempre es el día de cenar en el pub porque es 2x1.
Abrazos.
Sydney, 3 de febrero de 2009

1/2/09

Novela

Leo en “El País” de hoy una noticia que me ha llenado de alegría y dado algo de envidia sana.
Habla de una mujer española que ha publicado su primera novela (en holandés, por cierto) y está obteniendo éxito con ella:
http://www.elpais.com/articulo/Tendencias/Evocacion/gore/Transicion/elpepitdc/20090202elpepitdc_2/Tes

A ver si imito sus pasos.
Un abrazo para todos, y como propósito de lunes, me marco escribir una novela (yo me conformo en español).
Buena semana.

29/1/09

Gri gri

Siempre he pensado que la madre naturaleza es sabia, hasta que desde hace una semana, un pequeño grillo decidiera instalar su campamento base justo debajo de mi ventana. Los primeros días pensé que era afortunado por poder deleitarme con los sonidos que mis antecesores escuchaban cuando vivían en contacto más directo con el medio natural.
Pero desde antes de ayer, que de nuevo parece que el señor insomnio ha decidido visitarme por otra temporada, no puedo soportar el ruido semi-metálico con el que mi amigo grillo se empeña en darme un concierto sin tregua ni pausa.

Así que saldré en su busca esta tarde y le invitaré, cordialmente primero y por la fuerza si se resiste, a moverse a la zona más alejada de mi ventana o bien a la callejuela de atrás, esa donde dejamos cada lunes la basura.

Pero esta no es mi primera vivencia “grillil”. Esta Navidad, cuando pasé unos días en Perth, una noche decidí conducir el coche de alquiler que Jonathan y yo rentamos por esos días. Me hacía ilusión conducir en Australia por primera vez. Pues a medio camino, me salta al cristal delantero un bicho blanco viscoso, que como si el viento y la velocidad no fueran con él, se paseaba alegremente de un lado a otro. Jonathan, que me demostró ser un experto en flora y fauna australiana, me ilustró diciendo que era un grillo típico del “bush”, que es como llaman a la flora autóctona aquí.

A la mañana siguiente, cuando estaba cargando el maletero en el hotel, ahí que aparece el bicho blanco viscoso. “No pánico Oscar” – me dije – “es solo un grillo y lo máximo que te va a hacer es tocarte una serenata o la quinta de Beethoven si hoy se encuentra inspirado”. Así que con un papel, intenté apartarle de mi coche. Pues no sé cómo lo hizo que se metió en el maletero y desapareció. Lo estuvimos buscando por todas partes, pero grillo listo, no se dejó ver.

Al cabo de todo el día, ya por la noche, ponemos el aire acondicionado y por uno de los orificios del lado del copiloto (yo en ese momento) aparece el grillo con ese color de harina mojada y ese aire de “hago lo que quiero y me paseo por tu coche y no me puedes atrapar”. Con otro papel intenté cazarlo, pero grillo malo, se las apañó para meterse por otro agujero.
El grillo me estaba dando malas vibraciones, pero Jonathan, como si yo fuera un niño pequeño, me calmó diciendo que era solo un grillo, como ese que aparecía en el Pinocho de Walt Disney, y que le podíamos llamar así (Gemini en la versión original, Pepito en la versión hispana) y que fuera nuestro grillo. Joe, pues parecerá una tontería, pero la visión del grillo de Pinocho me calmó. La psicología, lo que hace.

Ya os contaré si con o sin psicología consigo exiliar a mi nuevo vecino. Un abrazo y os deseo buen finde y que mejor, que hacerlo con Amaral:

28/1/09

Muelas y dientes

La semana pasada estaba lavándome los dientes frente al espejo y decidí hacer una inspección ocular a los mismos. Me apoyé en el lavabo, me puse cerca del espejo y abrí la boca:
“Aaaaaaaaa” (sonido que salió espontáneamente al abrir la boca para inspección)
“Ohhhhhhh” (sonido de sorpresa al descubrir en mis dos muelas inferiores izquierdas dos manchas negras, seguramente caries).

Sí señores, qué sorpresa. Desde luego que la dentadura es de lo más desagradecida. La lavo cada vez que como algo y ella me paga con dos caries que se traducirán en empastes y sacudida a la cuenta corriente. La verdad, es que hace al menos año y medio que no voy al dentista. Es que el tiempo pasa volando. Recuerdo que fui antes de irme a Estados Unidos y luego al volver a España, con el lío de la tesis, mi salud bucal paso a un segundo plano.

Así que me puse a buscar en Internet el dentista más cercano. Llamé y una voz amable me dice al otro lado del teléfono que para qué deseo ir al dentista. Quiero decir que para una revisión rutinaria, pero lo de “routinary revision” parece no entenderlo, así que decido explicarme mejor. La voz amable concluye, algo aturdida por mi charleta, que lo que quiero es un “check up” (fíjate que fácil, un chequeo en español, joder, por qué no traduciré mas literalmente de vez en cuando. Sólo tengo que cambiar la palabra en español por la de inglés y añadir “up”, “out” o lo que me salga en el momento).

Bueno, pues hoy me he presentado en mi dentista. Me ha caído muy bien. Un tipo muy majete que se llama Kevin. Y cuando llegas, te dan unas gafas de sol de lo más modernas para que la luz de la camilla no te ciegue. Qué considerados.

Resulta que mis caries, son manchas. ¿ ¿ ¿Manchas??? Pero si me lavo, me froto y me refroto los dientes. Pues según Kevin, si bebo café (que lo bebo, y en cantidades industriales), té (que me he aficionado) o vino tinto (joé, pues claro que bebo vino tinto de vez en cuando) mis dientes están predestinados a sufrir de manchas temporales.

Sin embargo, tengo un par de mini caries entre dos dientes porque, según el odontólogo, debo pasarme mejor el hilo dental. ¿ ¿ ¿Hilo dental??? “Ejem ejem” (onomatopeya de carraspera provocada).
Me he incorporado de mi letargo de la camilla y alzando mis gafas de sol confesé cual papagayo, “Kevin (pausa), entre tú, yo y tu auxiliar de clínica rusa con cara de pocos amigos, no me paso el hilo dental casi nunca”. Y es que lo admito señores, el hilo dental me aburre, me hace sangrar las encías y no tengo paciencia. Pero parece que es necesario.

Aún así, para levantarme el ánimo y tener excusa para cobrarme 100 dólares más, Kevin+auxiliar con cara de malas pulgas me han hecho una limpieza y me siento como nuevo. He estado sonriendo a todo el que me he encontrado desde que estoy limpio (bucalmente hablando, porque uno es muy aseadito en general).

Un abrazo para todos.

27/1/09

Escapada al norte

Estimados todos. ¿Qué tal va la semana?
Tras un breve paréntesis de tres días, hoy ha sido mi vuelta al trabajo. Que por cierto, por raro que parezca no ha sido nada dura. Últimamente vengo al trabajo más feliz que una perdiz y se me pasa el tiempo volando. Esto es una buena señal. Cada vez voy teniendo menos pensamientos de abandonar todo y dedicarme a ser panadero, pensamiento recurrente que siempre me viene a la cabeza cuando estoy hasta el gorro de todo.
El motivo de este fin de semana con día extra es que el pasado lunes fue el día Nacional de Australia que conmemora el día que llegó "la primera flota" con el fin de establecer una colonia, se desplegó la bandera británica por por primera vez en lo que hoy es Sydney y se declaró este territorio soberanía británica.
Todo esto pasó en el 1788. La "primera flota" estaba compuesta por 11 barcos dirigidos por el capitán Arthur Philip, el cuál tenía órdenes de establecer la colonia en lo que se conoce como Botany Bay (al sur del centro de la ciudad), que fue previamente explorada por el capitán James Cook en el 1770.
Sin embargo, Philip consideró que esta bahía no era idónea y se dirigió un poco más al norte con dos de los once barcos hasta que encontró la ubicación que consideró oportuna.
Sydney fue fundando como una colonia penal a donde enviar los prisioneros de las cárceles de la metrópoli. Se hacía necesaria la posesión de un nuevo asentamiento, ya que las colonias del norte de América se habían independizado ya.
Y en resumen este viene a ser el origen del día de Australia o al menos, de lo que es la Australia moderna.
Para celebrarlo fui a pasar un par de días a la Central Coast, que estará como a unos 120 km al norte de Sydney. No fui con once barcos y un grupo de reclusos en plan Capitán Philip, sino que cogí el tren y fui con unos amigos. Mi primera sorpresa llegó al poco de dejar las zonas más urbanas de Sydney, cuando el tren se adentra en una serie de colinas cubiertas completamente por eucaliptos. Poco después, las vías del tren bordean una serie de lagos, remontando el curso de un río de grandes dimensiones. Y por fin llegamos a la zona en cuestión. Me quedé realmente impresionado de las playas tan paradisiácas al lado de una vegetación tan verde y frondosa. Y además, casi nadie a nuestro alrededor, es decir, un paraíso casi privado y todo a 2 horas en tren de Sydney.

Os dejo un par de fotos. La pena es que estaba nublado, pero os hacéis una idea.

Un abrazo para todos.




19/1/09

Venus en el cielo

Pocas cosas disfruto tanto como un paseo nocturno.

Después de cenar, he cogido la bicicleta y me ido a la bahía queda más cercana a mi casa.

Solo ver el agua y a lo lejos, el puente de la ópera y los rascacielos iluminados, mitigados por el susurro suave del viento acariciando el mar, me da alegría y paz al mismo tiempo. Además hoy el cielo está estrellado, con Venus dominando sobre cualquier otro astro que se atrevía a lucir.
Una chica pasea también sola y me dan ganas de decirle hola y compartir mi soledad con ella por el momento que dura el saludo. Pero me lo guardo para mí, aunque la sonrío. Más adelante, me topo con un chico que está parado. Pienso que estará pensando. Pero según me acerco veo que está bebiendo y le veo cara de tristeza. Enseguida empiezo a formar historias trágicas en mi cabeza sobre qué le habrá pasado; sigo pedaleando y al doblar la esquina me encuentro con la visión de los rascacielos del centro. Y miro al agua, y veo que está cristalina. Me siento en un banco mientras una pareja ojea el cartel de “se vende” de las lujosas casas que se encuentran a mi espalda. Fantaseo pensando que yo viviré ahí y que la pareja pierde el tiempo.

Y decido deshacer el camino ya hecho. Y veo al chico con su botella, y a la chica que camina feliz con su soledad, y a algunos corredores, y a más parejas. Y voy dejando a mi espalda los rascacielos, los puentes, y el agua que se escapa hacia el océano. Pero voy hacia Venus, que hoy brilla como queriendo decir “mira qué noche tan bonita”.
Buena semana para todos

PD: Ahora me queda la cuesta de 86 grados camino a casa. Esto ya no es tan bucólico.

8/1/09

Dorado como el sol y rojo pasión

Hay ocasiones y días en que las cosas no salen como yo querría. Y eso hace que me plantee si realmente el criterio por el que mido lo bueno o lo malo en la vida es correcto, o por el contrario debo reajustar mi brújula interior.
Y mientras pienso, me invade un sentimiento de tristeza.

Me calma enormemente saber que en última instancia yo controlo la brújula y yo decido como seguir hacia adelante.

Pero lo que nunca falla es llamar por teléfono a una voz amiga, contarle como van tus puntos cardinales y echarte unas risas. O improvisar una cena con conocidos y olvidarme de que la vida es mucho más que mis pequeñas vicisitudes cardio-éticas.

Porque la vida es muy rica en colores y hay que aprender a sintonizarla y sobre todo, a disfrutarla. Y hoy, no me dejaré invadir por esa melancolía, me niego a estar en blanco y negro y ahora mismo reservo en el restaurante de “El norte”, porque no quiero perderlo.

Besos para todos, ya sabéis, en colores