Como os dije, este vídeo transmite vitalidad, ganas de viajar, de hacer cosas con la gente, de compartir.
Además, me emociona que la primera ciudad en la parte del vídeo en el que sale toda la gente a bailar con él es Madrid :-).
Abrazos.
Óscar P.C.
Día nublado, de esos en los que todo está oscuro y amenaza con llover en cualquier momento. Paraguas en mano.
Hora del almuerzo en el café de cada día; día a día que me ha permitido construir la familiaridad para dirigirme al refrigerador y tomar una botella de agua e ir a la máquina de café donde están todos los vasos limpios y coger uno.
-“Risotto, por favor”
-“¿La mesa de la esquina? ¿Cappuccino después de comer?”
-“Sí, muy bien”.
Perfecto, la mesa que da más intimidad de entre todas las mesas. Y yo, completamente impaciente y alegre por empezar mi nuevo libro que compré ayer. Comprar un libro da un particular regustillo. No sé muy bien por qué. No sé si es porque me siento intelectual y me miro a mí mismo y me da gusto o porque ese grupo de páginas puede encerrar una historia con la que me emocionaré y reiré o lloraré.
El caso es que todo ha sido sereno y muy agradable: la mesa, el risotto, las primeras páginas de una historia que se aventura interesante, el café con leche y dos de azúcar, el color de las nubes azul oscuro a través de las ventanas, las puertas cerradas por el viento y yo sintiendo todo esto.
Feliz semana. Óscar PC.Y una vez obtenida la copia compulsada, no hay más que dirigirse al estanco más cercano con una fotografía, el DNI o pasaporte y dicha copia.
Además, también habrá una tarjeta descuento del 20 o el 50% para familias numerosas de categoría general o especial respectivamente.
Podéis encontrar toda la información en en la página web del Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid:
Los precios finales de las distintas modalidades e información más detallada en:
Tras acomodarnos en una butaca, la película comenzó inmediatamente. Una buena película. Una historia de personas bien contada.
Después del film, el director y la actriz principal salieron a contarnos sus impresiones y sentimientos, responder a las preguntas del público y relatar anécdotas. Me sentí a gusto, en familia, escuchando y compartiendo opiniones.
Más tarde llegó el vino, una pizza, una buena conversación y un restaurante merecedor de volver: altos techos de cristal que dejaban ver la noche de Sydney y decoración cuidada al detalle.
Un paseo con amigos, un abrazo de despedida, un autobús a casa, una parada en el silencio. La niebla se ha apoderado de la ciudad en cuestión de minutos. Con dificultad se discierne lo que hay en 5 metros.
La noche y el paseo de vuelta a casa. Siento que la ciudad es mía porque no tuve que compartirla en esos momentos con nadie.
Observo las casas, cada una con una distribución diferente, un balcón distinto al anterior, una buhardilla de más o de menos, un color en la fachada más bonito, un saliente por aquí o una puerta por allá; y muchas plantas, flores, color verde y rojo. ¡Qué ciudad tan hermosa! Nunca me canso de explorar.
Sigo caminando. Un hombre en la puerta de su casa, quizás sorprendido y disfrutando de lo mismo que yo disfruto, puede que saliera a contemplar la niebla. Intenta distinguirme, pero aunque nos separan escasos metros, ni yo le veo apenas a él, ni él a mí.
Mi casa. Mi salón. Mi calefactor y mi compañera de casa. Agradable conversación. Llamada a España. Ducha rápida. Y a la cama. Y a contar todo lo bueno que me ha pasado en horas. Solo en horas. Podría escribir cada minuto de mi vida, lo mucho que disfruto de tantas vivencias diarias, los pensamientos que pasan fugazmente o no tan rápido por mi cabeza. Todos podríamos. Son historias, como la película que vimos a las 6.30 en el teatro.
Buenas noches.
Sydney, 4 de junio de 2009.
PD: Justo al acabar de escribir este párrafo he leído una carta en el mismo periódico que me aclara al menos una cuestión de la nueva ley. Parece que si una menor decide abortar, bajo la nueva ley, tendrá todo el apoyo de las instituciones para hacerlo. Es decir, pararece que ahora se hace, pero no de forma legal, lo que añade riesgos sanitarios. Una vez más, os remito directamente a la carta.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/menores/aborto/elpepuopi/20090401elpepiopi_10/Tes
Aquí estoy, a punto de irme a la cama y leyendo las noticias en el periódico.
Y de nuevo, como aquel niño que tenía tal miedo a la oscuridad que en cuando anochecía, subía corriendo del parque a casa a refugiarse con mis padres, aquí estoy con 30 años, llamándoles casi a diario para oír sus voces y que me calmen, y me alegren, y me ría con ellos.
Curioso también, que cuando me pongo a escribir tengo una idea, un sentimiento; pero la forma de plasmarla y cómo se acaba desarrollando, siempre me sorprende a mí mismo. Creo que quería contar directamente la pequeña anécdota que yo consideraba problemón, pero finalmente mis manos y me cabeza se fueron por otros caminos.
Un abrazo muy fuerte para todos y feliz semana.
Sydney 29 de marzo de 2009.