24/7/08

Pereza lingüística

Esta mañana llovía a cántaros. Aún así, en vez de tomar el autobús, decidí ir andando ya que pensé que estaría todo el día sentado en la dura silla de la oficina.
Llegué algo mojado y algo arrepentido de mi decisión tan sana.
Así que como cada mañana, pero esta vez con más razón, me premié con un café con leche calentito.

Me pongo en la cola y a los dos segundos ya estaba "a por uvas". Es decir, pensando en mis cosas (tengo una facilidad tremenda para este ejercicio de abstracción). En este proceso me encontraba cuando noto que el camarero se está dirigiendo a mí, pero yo soy incapaz de descodificar lo que me está diciendo. Desde mi retiro espiritual tengo encima el valor de preguntarme por qué este individuo me está molestando.
En breve, miro a mi alrededor y recuerdo mi propósito y digo en alto "un café con leche, por favor" y poco a poco me van viendo más conceptos sobre cómo quiero mi café: tamaño grande, con azúcar, etc. Pero vi al hombre tan metido en faena que me entró pereza decirle nada. Pensé, ingenuamente, que como voy todos los días, él sabía cómo quería mi café, al igual que su compañera que se apresuró a cobrarme y sin tantear apuntó el precio de tamaño grande.

Cuando, ¡oh decepción!, veo mi vasito de café: minúsculo para despetarme y calmar mi terrible adicción a esta semillita (seriamente, creo que puede que yo como tal cotice en bolsa en los países cafeteros). Muy cordialmente le digo que yo lo quiero grande (algo nervioso ante la previsión de no obtener mi dosis recomendada), a lo que sigue una cara hasta el suelo y una frase, que esta vez descofiqué al instante, en un tono nada amable: "Me lo podrías haber dicho"

Pido perdón y no pude evitar sentirme algo tonto. Y no es la primera vez que me pasa, que por pereza lingüística, por no abrir la boca y explicarme mejor provoco que el resultado sea peor que la molestia de decir una frase a tiempo.
Y esto me pasa hablando en español, pero hablando en inglés he observado que mi tendencia a este mal hábito se acentúa terriblemente.

A partir de ahora voy a intentar con todas mis fuerzas:
1. No "irme a por uvas" cuando lo quiero es un café con leche.
2. Cantar como un loro parlanchín todo lo que deseo para no provocar iras en camareros estresados por la hora punta de trabajadores soñolientos.
3. Generalizar y aplicar los dos supuestos anteriores a cualquier situación y no solo a pedir café con leche.

Buen día para todos.
Óscar.

2 comentarios:

  1. Oscariño!!! en un momento pensé que se lo habias dicho en español -que tambin pasa :D -.... cambiando de tema: estuve en Madrid!!!! :D me la pasé muy bien -como siempre-, aunque han robado a mi padre en el metro y se quedo sin pasaporte y tarjeta de credito :S pero aparte de eso, todo bien!.
    un abrazo y me ha gustado eso de "a por uvas" :P ...
    t.

    pd:creo que remover si se usa en "español correcto aka venezolano" en el sentido de olvidar, en italia sí que se usa. quizás se me fueron los cables e italianicé mi español como de costumbre...

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  2. JAJAJA.... me ha encantado tu post... y lo mejor ¿ a que no sabes a quien me has recordado en eso de decir tus propositos? A BRIDGET JONES!!!! :D... Yo tb a veces me siento Bridget (sobre todo cuando me peso por las mañanas :)jeje). Viva Bridget!!
    Miles de besos cálidos desde la calurosa Sevilla. Te quiero cariño. Ro'cca

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