8/12/08

De lunes

Ayer volví a jugar al fútbol tras mi ausencia forzosa por la lesión de tobillo. Y la verdad que no lo hice con muy buen pie, metafóricamente hablando. Es decir, el tobillo se comportó de lo mejor y no dio mucha guerra, pero yo estaba de lo más atontado y algo lento. Perdí varios balones, uno de los cuales fue gol, no logré desmarcarme y hacer buenas jugadas y mis compañeros no paraban de gritarme desde el banquillo, lo cual me desconcentra más, porque tengo que hacer el esfuerzo de entenderles cuando estoy a la carrera.
Pese a todo, ganamos (oe oe oe oe) y nos fuimos a celebrarlo al pub que da nombre a nuestro equipo (Toxteth) con unas cervezas bien frías (bajas en alcohol, porque cada vez tolero menos la cerveza pura) y un pollo empanado con puré de patata (los lunes hay dos por uno y la cena sale a 7 dólares (3.5 euros)). Ay que ver, con lo que yo odiaba el puré de pequeño, y que ahora lo considere un manjar.

Pero ayer después del partido estaba empanado, como mi pollo, y casi no podía intervenir en la conversación. Estaban mis compañeros hablando de cómo las personas que viven en los climas fríos beben mucho más por las bajas temperaturas. Y a continuación me debí ir a por uvas un rato y cuando volví decían que dichas personas “necesitaban un poquito cada día para vivir sanos”. A lo que yo pregunté: “?un poquito de alcohol cada día para estar sanos?”. A lo que siguió una risotada general. No era alcohol, era luz en la piel.

Tengo la impresión de que por más que entienda inglés, siempre acabas procesando digamos 90% por ciento de la comunicación. Y ese 10% restante flota en el aire. Pero vamos, que estos límites son muy sutiles y dependen de cómo hayas dormido, de tu estado de ánimo, de tu nivel de alcohol en sangre o del acento de la persona en cuestión.
Y precisamente, la semana pasada tuvimos una comida de Navidad del departamento y hombre que lleva aquí más de 10 años y es holandés me recalcaba precisamente este punto: siempre te quedará algo por entender: una broma, una nueva palabra, …
Pero bueno, miremos todo por el lado bueno. Es un pequeño reto diario el aprender una nueva palabra o entender una nueva expresión que sinceramente me encanta.
Y hablando de acentos, mi compañera de casa es irlandesa, y eso sí es un acento señores. Ella se ríe de mi cuando pronuncio algo mal, pero es que yo me parto con algunas palabras (por ejemplo ‘much’ es algo así como ‘moch’).

Buen martes para todos y sobre todo a los que estáis en España, que tras el día de fiesta de ayer, volver habrá sido un poco más duro.
Besos.

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