31/3/09

Mal y buen humor

Otra mañana más me he puesto a gritar en español a un conductor que, ajeno a que los ciclistas compartimos la carretera con ellos, ha entrado en una glorieta como si mi bicicleta y yo no fuéramos más que un mero espejismo.
“¡¡Esto es el colmo!!”, “¡¡A eso le llamo yo conducir!!”, “¿¿Pero qué haces??” y unas cuantas frases más, acompañadas de movimiento de mi mano derecha, la izquierda firmemente agarrada al manillar. Realmente el conductor, la mayoría de las veces, no se percata de mi reproche. Pero al menos, yo me quedo satisfecho de haberme quejado de algún modo.

Afortunadamente, esta mañana venía con buen humor de la farmacia de comprar un ungüento para calmar mi dolor de costilla. Sí, otra vez me dieron un golpe jugando al fútbol y de nuevo ando con ese dolor que no me permite hacer casi nada. Y mi buen humor radicaba en que me anima el día la forma en que la dependienta de la farmacia nos habla a los clientes.
La farmacéutica es una mujer de mediana edad, con una voz moldeada por lo que yo creo que es exceso de tabaco y quizás hablar mucho, pero me gusta la forma que tiene de tratarte como si te conociera de toda la vida.
De cinco palabras, cuatro son “cariño” (darling) o “amor” (love).

La primera vez que coincidí en su turno, me hallaba sumido por el momento decisivo de qué desodorante comprar, qué champú anti caspa tiene el ratio peso-precio más bajo y cuál de los 453 tipos de pasta de dientes será mejor para el próximo mes: blanqueador, anti sarro o efecto durable por 12 horas (particularmente, ¿sabéis si son diferentes o solo es el colorcillo de la caja lo que cambia?).
Ensimismado como estaba, la farmacéutica en cuestión se me acerca y muy seria me dice: “Cariño, dejaste todo allá en casa, ¿no? – Dear, you left everything back home, didn’t you?”.
Y un servidor, que siempre ha sido muy dado al drama, estuvo a punto de decirle: “¿Cómo lo sabe? ¿Tanto se me nota? Sí, dejé a mi familia, mis amigos y mis recuerdos están allá en España”. Menos mal, que la señora, antes de que yo metiera baza, añadió: “Sí amor, es normal dejar las cosas de aseo en casa para no cargar el equipaje. ¿Por cuánto estás aquí “darling”?

La verdad que no pude más que reírme de mí mismo. Lo dicho, dado al drama “darlings”.

Un abrazo para todos.
Sydney 31 de marzo de 2009.

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