7/10/08

Nadie es perfecto. Firmado: Nadie.

Nadie es perfecto (incluidos nosotros mismos). Esta es una frase que se cuela cada poco en nuestras conversaciones y que la mayoría de nosotros comparte. Pero por muy simple y comúnmente aceptada que parezca, hay veces que tengo que recordármela, extraer su significado y aplicarla a mi vida.

Y la utilidad de esto reside en no sentirse herido cuando algún ser querido o cercano te hace daño: porque tanto amigos, como amores, como padres o hermanos pueden herir. Y en esta frase encuentro mi escudo anti-heridas. Es como si literalmente al conceptualizar esta idea me pusiera una coraza que me protege, al estilo superhéroe, y aprendiera a no dar importancia a ataques de enfado súbitos por razones tontas o a adicciones que me molestan o a acciones no tomadas.

Pero ojo, todo aplicado con mesura. No quiere decir que por tolerar se pueda aguantar todo. Simplemente, hay que vivir sabiendo que los demás tienen algunos defectos y que tú también los tienes e intentar llevarlos a la práctica lo menos posible.
Y de una conversación que tenía hoy con alguien especial, me salió escribir este pequeño párrafo para un futuro relato:
- ¿Por qué ayer no me querías y hoy me quieres?
- Yo nunca te dije que no te quería – Pero al instante piensa que tampoco le dijo que la quería – Supongo que yo quiero, pero no digo que quiero o no sé decir que te quiero. Pero sé que quiero estar contigo.
- Con eso me basta.

Hay personas que necesitan ser queridas y otras, que necesitan ser queridas y oír que se las quiere. Yo quiero todo.

Buen miércoles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario