Yo amo, tú amas, él ama, …

La noche de ayer, yogur de vainilla desnatado en mano, galletas escocesas, vaso de agua para aliviar mi sed del atracón de dichas galletas, luces apagadas, a excepción de una tenue lámpara, y en la televisión “Cuatro bodas y un funeral” (“Four weddings and a funeral”). Como veis, sesión de cine perfecta.
He visto la película no menos de cuatro veces. No importa, me sigue gustando. Es capaz de sacarme unas cuantas de esas carcajadas que nacen desde muy dentro y dejan una sensación de alegría al terminarlas.

Pero ayer me hizo pensar más que nunca en el amor, o el AMOR con mayúsculas. Durante toda la película los personajes buscan amor, cada uno a su manera; como toda emoción humana, este sentimiento posee distintos significados o matices dependiendo de cada uno. Así, la película nos desdibuja unas cuantas formas de amar.
Puede que el amor sea ese sentimiento de admiración, deseo de compartir el camino, formar una familia, atracción física, sexo regular, apoyo mutuo, escuchar y ser escuchado. Es lo que finalmente encuentran los protagonistas: la chica americana (Carrie) y el chico reservado y educado inglés (Charles).
Pero también puede ser el llegar a casa y no estar solo, el tener a alguien con quien compartir y recorrer el camino de la vida, porque las penas, sin son compartidas, parece que son más llevaderas. Esta es la idea de amor del amigo rico del grupo, al que no le cabe en la cabeza la idea de no casarse y no tener familia y le ha propuesto matrimonio a un elevado número de mujeres.
También puede ser un objetivo para ser como los demás seres que nos rodean, para tener ese estatus de “tengo pareja” y decirle al mundo, de alguna manera, que soy normal y puedo conseguir lo que otros también tienen y entrar en esa sociedad que a veces nos parece que es exclusiva de parejas. Es como si tu vida no estuviera completa hasta que no encontraras una pareja, aunque no sea la ideal. Este personaje es “Cara-Pato”, que sufre una conmoción tras ser abandonada y no vuelve a recuperarse hasta no haber encontrado otro novio.
O puede ser una mezcla de todo un poco y cambiar con los años. Esto es lo que supongo que le pasa al chico homosexual al que se le muere su pareja. Encuentra otra, pero la película me hizo pensar si ese chico se entregaría tanto en esta nueva relación como lo hice en la anterior, o simplemente, con la edad, ya no tan apasionado, busca un compañero de viaje.
Para Fiona el amor, en este caso no correspondido, es estar secretamente enamorada de Charles, o quizás de una idea o un ideal. Pero al fin y al cabo, también amor.

Y como en todo film, casi todos parecen encontrar su medio melocotón. Pero como todos sabemos la realidad es otra, y hay quienes encuentran su melocotón y los hay que no. Así que melocotones aparte, lo importante es ser felices.

Para terminar, os dejo esta secuencia de la película que me parece que tiene unos diálogos muy buenos y resume muy bien la trama. En especial, los primeros momentos, en los que una mujer le pregunta a Fiona si es lesbiana por no estar casada a su edad (lo que hay que oír) y a partir del minutos dos, la conversación entre Fiona y Charles.

Buena semana a todos. Óscar.