17/8/10

Pelillos a la mar

Siempre que alguien me dice algo malo de mí me toma por sorpresa. Mi primera reacción es tratar de escuchar atentamente e intentar hacer sentir mejor a la otra persona.
Después, cuando me quedo solo, en silencio, es cuando asimilo la información. Y siempre, siempre, siempre, necesito una segunda vuelta, una segunda oportunidad y una segunda conversación.
Lo que más me sorprende es cuántas veces, la mayoría, todo es producto de malosentendidos. Y cuán placentero es arreglarlo, una vez las dos partes han tenido tiempo de pensar y tranquilizarse, externalizando el problema con buenas dosis de palabras, pensamientos y opiniones.
Ahora bien, ayer me preguntaba, ¿que pasaría si algún día alguien no me da esa segunda oportunidad?
Buena semana para todos.
Óscar P.C.

2 comentarios:

  1. Oscar, lamentablemente, a veces no se da la vida una segunda, ni siquiera una primera opoortunidad de hacer las paces. estoy en eso con alguien al momento. me parece que solo podrias quedarte tranquilo al saber que has sido en la mayoria de tus interacciones con el otro tu mejor ser. No se puede pedir mas de uno, no?
    Besos.

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  2. Efectivamente Amanda. A veces supongo que solo nos queda ser lo mejor que podamos, independientemente de la reacción o comportamiento de los otros, que están fuera de nuestro control.

    Un besazo muy fuerte.

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