2/8/10

Sensibilidades

Como todo los días, voy hasta el escritorio de la secretaría del departamento para tener una pequeña charla con ella sobre cómo estamos, el tiempo o mis plantas, ya que ella se ha tomado como una tarea más el tener a mis plantas sanas, con suficiente agua y contentas. Además, y sinceramente, ella es una experta en el tema, no como servidor, por lo que me dejo guiar.
Pero no solo yo voy a hacer mi visita diaria a su sitio, creo que casi todo el departamento va a saludarla. Y ella, sinceramente, es un encanto. Compra pastel para todos los cumpleaños y los organiza, siempre está disponible para echarnos una mano, ...

El caso es que sabía que algo le había pasado hoy ya que me respondió a un correo diciéndome que “ya me contaría”. La pobre, estaba subida a un taburete en su casa cuando sonó el teléfono. En las prisas del momento por atender la llamada, se cayó del taburete, se dio de bruces contra un mueble y luego con el suelo. Es decir, se ha dañado la dentadura, la rodilla y el hombro.

En estas estaba la mujer contándome sus desdichas y desventuras, cuando aparece un compañero y le informo de lo que le ha pasado, a lo que responde: “Pero estás viva, ¿no?” con una frase, a mi juicio, falta de todo sentimiento, y se dispone, más ancho que pancho tras tu intervención estelar, a volver a su oficina. ¡Vaya!, me ha dejado de piedra. No sé, aunque no era yo el herido, esperaba unas palabras de consuelo para la pobre mujer o un poco de interés por cómo se sentía, que encima ha venido a trabajar para terminar unas cosas y no dejarnos colgados.

Sé que quizás estoy siendo de lo más crítico, pero es que uno es “mu sentio” para esas cosas. Creo que un poco de interés y el mundo es un lugar un poco más humano. ¿No creéis?

Un fuerte abrazo desde Sydney.
Óscar P.C.

1 comentario:

  1. obviamente que sí, es que hay gente a quién no le interesa ver más allá de sus narices. Bueno, siempre un gusto leerte, en algún momento pronto ya te escribo. un fuerte abrazo desde Búfalo.

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